El caza multirrol J-16 integra sensores de alta tecnología, arsenal diversificado y alcance extendido que lo habilitan para misiones de vigilancia y respuesta aérea en el Ejército Popular de Liberación.
Desarrollo y especificaciones estructurales del caza J-16 por Shenyang
El caza multirrol J-16, fabricado por la Corporación de Aeronaves de Shenyang en China, integra sensores de alta tecnología, un arsenal diversificado y un alcance extendido que lo habilitan para misiones de vigilancia y respuesta aérea en el Ejército Popular de Liberación. La aeronave, introducida en servicio en 2013, forma parte de la flota de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación y se emplea en operaciones que abarcan el océano Pacífico Occidental, según informes oficiales del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Este modelo, derivado de diseños previos como el J-11BS, cuenta con dos tripulantes en disposición tándem y se produce en serie desde entonces, con más de 225 unidades operativas registradas hasta finales de 2023. La Corporación de Aeronaves de Shenyang desarrolló el J-16 como una plataforma de cuarta generación avanzada, con un peso vacío de 17.700 kilogramos y un peso máximo al despegue de 35.000 kilogramos. La estructura mide 21,9 metros de longitud, 14,7 metros de envergadura y 6,36 metros de altura, lo que permite una configuración aerodinámica que soporta velocidades supersónicas.
Los motores turbofan WS-10B, producidos localmente, generan empuje con postcombustión y aspiran aire a través de tomas rectangulares bajo el fuselaje, lo que contribuye a un rendimiento que alcanza Mach 2,4, equivalente a 2.900 kilómetros por hora. Esta propulsión, combinada con depósitos externos de combustible, extiende el rango operativo hasta 3.000 kilómetros, mientras que el radio de combate sin reabastecimiento se sitúa en torno a los 1.300 kilómetros, de acuerdo con evaluaciones del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.
Los sensores del J-16 incluyen un radar de barrido electrónico activo que ofrece detección y seguimiento confiables, con resistencia a interferencias electrónicas. Además, incorpora sistemas infrarrojos pasivos de búsqueda y rastreo, junto con receptores de alerta radar y dispensadores de contramedidas como bengalas y chaff. La cabina cuenta con pantallas multifunción, un visor de cabeza arriba mejorado y un visor montado en el casco, lo que facilita la adquisición de objetivos en entornos complejos.
Características técnicas clave y métricas de rendimiento del J-16
- Peso vacío de 17.700 kilogramos y peso máximo al despegue de 35.000 kilogramos.
- Longitud de 21,9 metros, envergadura de 14,7 metros y altura de 6,36 metros.
- Velocidad máxima de Mach 2,4, equivalente a 2.900 kilómetros por hora.
- Rango operativo de 3.000 kilómetros y radio de combate de 1.300 kilómetros sin reabastecimiento.
- Techo de servicio de 17.300 metros y velocidad de crucero de 1.590 kilómetros por hora.
Sensores avanzados y sistemas de guerra electrónica en el J-16 chino
Los sistemas de guerra electrónica, equipados con memoria de radiofrecuencia digital, permiten respuestas adaptativas a amenazas, mientras que los enlaces de datos de ancho de banda alto aseguran la integración con otras plataformas aéreas. Estas características, detalladas en reportes de la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos, mejoran la conciencia situacional en vuelos a altitudes de hasta 17.300 metros. El armamento del J-16 abarca un cañón interno GSh-30-1 de 30 milímetros con 150 proyectiles, destinado a combates cercanos.
La aeronave dispone de doce puntos de anclaje externos para una carga variada, que incluye misiles aire-aire de largo alcance como el PL-15 guiado por radar activo, con una longitud aproximada de cuatro metros, y el PL-17 de muy largo alcance, que mide cerca de seis metros y se orienta a activos aéreos de alto valor a distancias de hasta 400 kilómetros. Otros misiles incorporados son el PL-12 guiado por radar activo, de 3,8 metros de longitud, y el PL-10 de corto alcance con guía infrarroja por imagen, de tres metros.
El arsenal se complementa con misiles antibuque, antirradar, bombas convencionales, bombas guiadas por láser y por satélite BeiDou, así como cohetes en vainas. Esta combinación, según el Departamento de Defensa, permite engagements en escenarios aéreos y terrestres sin redundancias en la configuración. El alcance del J-16 facilita operaciones extendidas, con un techo de servicio de 17.300 metros que lo habilita para patrullas a gran altitud.
Los motores WS-10B, con su empuje potenciado, sostienen velocidades de crucero de 1.590 kilómetros por hora, lo que reduce el tiempo de respuesta en despliegues regionales. En evaluaciones del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, este rango, unido al de misiles como el PL-17, genera una zona de detección que se extiende hasta 1.700 kilómetros desde el continente chino, ampliable mediante bases en islas disputadas del mar de China Meridional.
Alcance operativo, roles en la fuerza aérea y variantes del J-16
La capacidad para portar depósitos externos incrementa el rango de ferry, aunque los datos precisos varían según la carga, y se integra con sistemas de reabastecimiento aéreo de la Fuerza Aérea para misiones prolongadas. En la estructura de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación, el J-16 opera como plataforma multirrol que transita de la defensa territorial aérea hacia operaciones ofensivas y defensivas, con énfasis en la proyección de poder aéreo a larga distancia.
Hasta 2023, la flota supera las 225 unidades, con planes de producción adicionales para fortalecer la composición de cuarta generación, que representa más de 1.300 cazas en total. El modelo se despliega en comandos de teatro, incluidos el Oriental, donde responde a actividades aéreas de Estados Unidos y aliados, según el reporte anual del Departamento de Defensa de 2024. Su integración con aeronaves de alerta temprana como el KJ-500 amplía las capacidades de denegación de acceso y área, lo que permite operaciones contrarreacción aérea en el Pacífico Occidental.
Una variante notable, el J-16D, se especializa en guerra electrónica y omite el cañón interno de 30 milímetros, así como el sensor infrarrojo de búsqueda y rastreo, para incorporar vainas en las puntas alares que mejoran las contramedidas. Esta configuración, exhibida en ferias aéreas chinas, extiende las funciones de interferencia en misiones conjuntas. La producción total, que supera las 128 unidades según registros hasta 2023, con el radar de barrido electrónico activo desarrollado localmente y materiales absorbentes de radar en la estructura para reducir la visibilidad.
La Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación asignó las primeras unidades operativas en 2014, y para finales de 2023 cuenta con aproximadamente 280 J-16 en inventario activo. El J-16 participa en ejercicios que simulan escenarios de contingencia, como aquellos en el estrecho de Taiwán, donde niega capacidad defensiva aérea a adversarios potenciales. Su armamento incluye municiones guiadas de precisión para ataques a tierra, misiles de crucero contra blancos terrestres y navales, lo que lo habilita para roles en superioridad aérea y apoyo terrestre.