STUTTGART, Alemania – Siete meses después de declarar el lanzamiento de una nueva “economía de guerra” en Francia, el presidente Emmanuel Macron ha revelado planes para gastar cientos de miles de millones de euros en inversiones de defensa que “transformarán” el ejército durante la próxima década.
La próxima ley de programación militar de seis años de la nación -conocida en francés como “loi de programmation militaire”, o LPM- dará forma al gasto de defensa de la nación entre 2024-2030. Basándose en las circunstancias geopolíticas actuales y en los avances tecnológicos, Macron solicitará una inversión de 400.000 millones de euros (433.400 millones de dólares) para la LPM 2024-2030, según anunció en un discurso pronunciado el viernes en la base aérea nacional de Mont-de-Marsan, en el suroeste de Francia.
De aprobarse, esa suma supondría un aumento del 35% respecto al actual LPM 2019-2025 de 295.000 millones de euros, y podría cubrir un total de 413.000 millones de euros de necesidades militares, afirmó.
La directiva del actual MLP 2019-2025 era simple: “reparar nuestros ejércitos”, dijo Macron. Aunque ese esfuerzo ha progresado y sigue en marcha, el próximo LPM permitirá a Francia “transformar” sus servicios para responder más rápidamente a las amenazas globales a sus territorios, añadió.
Con los fondos propuestos, Francia reforzará y modernizará su capacidad de disuasión, y aumentará “masivamente” sus capacidades de inteligencia en al menos un 60%, incluyendo la duplicación de los presupuestos de las dos principales organizaciones de inteligencia y seguridad de la nación, afirmó Macron. El aumento de la vigilancia, en particular a través de sistemas aéreos no tripulados (UAS) es también una prioridad, junto con la duplicación de la capacidad para contrarrestar los ataques cibernéticos.
Macron también habló de “endurecer” las capacidades militares actuales en el marco del plan propuesto, incluida la transición de la Fuerza Aérea de Francia a una flota de cazas Rafale 100%, lejos de la mezcla actual de Rafales y Mirage 2000, ambos construidos por Dassault Aviation. No dio detalles sobre cómo podría producirse esa transición.
Otras prioridades son el refuerzo de la potencia y la protección de las fragatas francesas, la modernización en curso de sus sistemas terrestres y el refuerzo de sus capacidades de defensa aérea y guerra antisubmarina. Confirmó que el próximo portaaviones de Francia -conocido como PANG por porte-avion nouvelle generation- se construirá con este presupuesto, y pidió el desarrollo de nuevas municiones guiadas de largo alcance, con un aumento de financiación del doble para hacerlo.
Macron también mencionó la necesidad de que Francia invierta en tecnologías cuánticas e integre mejor en sus servicios las capacidades de los drones y la inteligencia artificial. Reforzó la necesidad de que Francia invierta en tecnologías submarinas que puedan alcanzar profundidades de 6.000 metros, y anunció planes para revelar pronto una nueva “estrategia de ultramar” que apoyaría los territorios de ultramar de la nación, calificando la región Indo-Pacífica como el principal teatro potencial para futuros conflictos.
En su discurso del viernes, el presidente también hizo un llamamiento a la industria de defensa francesa para que aumente su eficiencia y disponibilidad en la producción de nuevas capacidades. Hay que acortar los ciclos de producción y controlar mejor los costes, señaló.