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Portada » Zona de guerra » Mientras el NGAD no llega: el F-22 demuestra que es insustituible

Mientras el NGAD no llega: el F-22 demuestra que es insustituible

12 de julio de 2025
25 minutos sobre Irán: los F-22 tomaron el cielo sin ser vistos

El F-22 Raptor escoltó bombarderos B-2 en la operación del 21 de junio de 2025 contra sitios nucleares iraníes.

F-22 Raptor en Operación Martillo de Media Noche

El 21 de junio de 2025, aviones F-22 Raptor participaron en la Operación Martillo de Media Noche, una misión estadounidense que atacó tres instalaciones nucleares iraníes en Fordo, Natanz e Isfahan. Diez F-22, desplegados desde la base de Langley-Eustis, Virginia, y que se encontraban previamente estacionados en RAF Lakenheath, Reino Unido, el 18 de junio, escoltaron siete bombarderos B-2 Spirit. Los F-22 aseguraron el espacio aéreo, eliminaron amenazas de cazas enemigos y sistemas de misiles tierra-aire, y proporcionaron inteligencia en tiempo real. La misión involucró 125 aeronaves, incluidas 52 cisternas de reabastecimiento y 75 municiones guiadas de precisión, sin pérdidas estadounidenses.

Los F-22 operaron en espacio aéreo iraní sin ser detectados, gracias a su diseño furtivo y sensores avanzados. Su capacidad para compartir datos con los B-2 permitió a los bombarderos navegar con mínima comunicación, lo que redujo el riesgo de intercepción. La misión, con una duración de 36 horas desde la base de Whiteman, Missouri, marcó el uso debut de las bombas GBU-57 Massive Ordnance Penetrator, lanzadas por los B-2. Los F-22 realizaron patrullas de combate aéreo, lo que asegura la supremacía aérea sin que se produjeran enfrentamientos, ya que la fuerza aérea iraní no respondió.

La operación incluyó tácticas de engaño, con algunos B-2 que volaron hacia el Pacífico como distracción, mientras los F-22 y F-35 atacaron sitios de defensa antiaérea iraníes antes del ingreso de los bombarderos. Los F-22, junto con 12 F-35 Lightning II y otros cazas de cuarta generación, como F-15E y F-16, operaron desde bases en el área de responsabilidad del Comando Central de EE. UU. La misión demostró la capacidad del F-22 para integrarse en operaciones complejas de largo alcance, con mantenimiento constante de la ventaja táctica.

Imágenes satelitales de Maxar, tomadas el 22 de junio de 2025, mostraron daños extensos en Isfahan y un cráter de 5.5 metros en Natanz, lo que confirmó la precisión de los ataques. Los F-22 protegieron a los B-2 y también recopilaron datos de vigilancia que respaldaron la evaluación posterior de los daños. La ausencia de disparos contra las aeronaves estadounidenses puso en evidencia la efectividad de las capacidades furtivas del F-22 en entornos hostiles.

F-22

Capacidades clave del F-22 en la misión

  • Escoltó bombarderos B-2 durante 36 horas sin que fuera detectado en espacio aéreo iraní.
  • Neutralizó amenazas de defensas antiaéreas iraníes junto con F-35 antes del ataque.
  • Proporcionó inteligencia en tiempo real mediante sensores avanzados y enlace de datos.
  • Mantuvo supremacía aérea sin que se produjeran enfrentamientos, ante inactividad iraní.

Confiabilidad del F-22 en la era de sexta generación

El F-22 Raptor, operativo desde 2005, demostró en la Operación Martillo de Media Noche su confiabilidad en misiones de alto riesgo. Diseñado como caza de superioridad aérea de quinta generación, combina furtividad, velocidad supersónica y agilidad. Su radar AESA AN/APG-77 y su capacidad para operar a altitudes elevadas le permiten detectar y enganchar objetivos a gran distancia. En la misión, los F-22 volaron a alta velocidad y altitud, lideraron el paquete de ataque y despejaron rutas para los B-2.

La Fuerza Aérea de EE. UU. planea retirar los F-22 para 2030, y tiene previsto reemplazarlos con cazas de sexta generación del programa Next Generation Air Dominance (NGAD). Sin embargo, la misión de junio de 2025 mostró que el F-22 sigue siendo un activo crítico. Actualizaciones recientes, como tabletas destinadas al control de drones de combate colaborativo, anunciadas el 3 de julio de 2025, amplían su utilidad. Estas modificaciones permiten que los F-22 operen con drones autónomos, lo que facilita la integración de capacidades de sexta generación antes de su retiro.

El presupuesto de defensa de 2026, presentado en junio de 2025, incluye un paquete de mejoras para los F-22, con énfasis en sensores y sistemas de comunicación. Estas actualizaciones garantizan que los 180 F-22 operativos mantengan su relevancia frente a amenazas modernas. En la Operación Martillo de Media Noche, los F-22 actuaron junto a F-35, lo que demostró la interoperabilidad entre plataformas de quinta generación. La misión puso en evidencia la capacidad del F-22 para liderar operaciones conjuntas, incluso en escenarios que ya incorporan tecnologías de sexta generación.

La transición hacia cazas de sexta generación, como el NGAD y el F-47 autorizado en marzo de 2025, introduce características como integración de inteligencia artificial y mayor autonomía. Sin embargo, el F-22, con un costo operativo de $85,325 por hora de vuelo, sigue siendo una plataforma confiable para misiones de largo alcance y alta complejidad. Su desempeño en la operación de 2025 reafirma su valor mientras la Fuerza Aérea desarrolla nuevas tecnologías, cuya entrada en servicio se proyecta para finales de la década.

Rol del F-22 en misiones de largo alcance

Los F-22 Raptor de EE. UU. se están desplegando en el Medio Oriente

La Operación Martillo de Media Noche puso en evidencia la capacidad del F-22 para misiones de largo alcance. Los aviones despegaron desde bases en Europa y el Comando Central, y se reabastecieron en vuelo sobre el Atlántico y el Mediterráneo. Las cisternas KC-135 Stratotanker y KC-46 Pegasus, desplegadas desde bases en Reino Unido y Portugal, prestaron apoyo a los F-22 y B-2 en múltiples puntos de reabastecimiento. Esta logística permitió que los F-22 mantuvieran patrullas prolongadas sin necesidad de aterrizar en la región.

Los F-22 ejecutaron ataques contra defensas antiaéreas, y emplearon municiones guiadas de precisión para neutralizar radares y sitios de misiles iraníes. Su capacidad furtiva evitó la detección por sistemas de defensa antiaérea, y ningún avión estadounidense fue alcanzado durante la misión. La coordinación con aviones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, como el RC-135 Rivet Joint y el MQ-4C Triton, mejoró la conciencia situacional de los F-22, lo que permitió realizar ajustes en tiempo real.

El despliegue de F-22 desde RAF Lakenheath hacia el Comando Central, realizado en los días previos al 21 de junio, mostró la flexibilidad operativa del caza. La misión exigió una sincronización precisa entre cazas, bombarderos, cisternas y submarinos, que lanzaron 25 misiles Tomahawk. Los F-22, activos en un entorno de alta amenaza, validaron su diseño para misiones de penetración profunda en territorios hostiles.

El éxito de los F-22 en la operación, sin pérdidas ni contratiempos. A pesar de su antigüedad relativa frente a plataformas emergentes, el F-22 mantuvo un rendimiento óptimo en una misión caracterizada por su combinación de furtividad, coordinación y precisión. Este desempeño reafirma su importancia en la estrategia aérea estadounidense, mientras continúa el desarrollo de la próxima generación de cazas.

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