El MiG-31 Foxhound, evolución del MiG-25 Foxbat, ostenta el título del avión de combate en operación más veloz de Rusia.
Su primer vuelo se realizó en 1975, y su desarrollo fue motivado por la necesidad de superar las capacidades del avión espía estadounidense SR-71.
Con una producción que supera las 500 unidades, el MiG-31 es capaz de monitorear múltiples blancos simultáneamente y está equipado para lanzar una amplia gama de misiles, incluyendo los más recientes desarrollos hipersónicos de Rusia.
Originalmente diseñado como un interceptor, el Foxhound ha sido adaptado para cumplir con diversas funciones, incluyendo tareas de superioridad aérea y misiones de bombardeo en el contexto de la guerra en Ucrania.
A pesar de su elevado consumo de combustible, las características de velocidad y adaptabilidad del MiG-31 lo consolidan como un elemento crucial en el repertorio militar ruso, subrayando su valor persistente en el ámbito del combate contemporáneo.
Impacto continuo del MiG-31 en las estrategias de defensa rusa

Diseñado para reemplazar al MiG-25 Foxbat, el MiG-31 Foxhound ha establecido múltiples récords de desempeño. Concebido para interceptar al renombrado avión espía SR-71 estadounidense, este interceptor se ha posicionado como el avión de combate más rápido en servicio activo. Configurado como un caza biplaza, el MiG-31 es una pieza clave en el arsenal de aviones de combate de Rusia. Su vuelo inaugural fue en 1975.
Desde entonces, más de 500 MiG-31 han sido producidos por la Oficina de Diseño de Mikoyan, de los cuales 370 están en servicio en las fuerzas rusas y 30 adicionales fueron exportados a Kazajistán.
Antes de la intervención en Ucrania, en julio de 2020, Rusia anunció un ambicioso programa de modernización para esta flota, buscando extender su vida operativa ante los retos actuales.
La adaptabilidad del MiG-31 a misiones contemporáneas

El MiG-25 presentaba limitaciones en vuelos a baja altitud, lo que llevó al desarrollo del MiG-31, optimizado para operar a velocidades supersónicas en cualquier altitud.
Tras la disolución de la Unión Soviética en los años 90, muchos de los costosos y complicados de mantener MiG-31 fueron desactivados. Sin embargo, la recuperación económica de Rusia en 2006 facilitó el retorno de aproximadamente el 75% de estos aviones al servicio activo, marcando un renacimiento de su uso estratégico en la defensa aérea nacional.
Capacidades y arsenal del MiG-31 en el teatro moderno de guerra

En lo que respecta a las capacidades del MiG-31, su versatilidad es notable. Este interceptor puede monitorear simultáneamente varios blancos, destacándose en el campo de batalla desde su introducción en 1975.
El MiG-31 está armado con misiles aire-aire Vympel R-33E, diseñados específicamente para contrarrestar al SR-71. Además, el R-33E es capaz de enfrentarse a bombarderos estratégicos estadounidenses como el B-52 Stratofortress y el B-1 Lancer.
Esta aeronave también está equipada con cuatro misiles R-60MK de corto alcance y dos misiles Bisnovat R-40TD1 de alcance medio. Complementando su arsenal, posee un cañón interno Ghs-6-23M de seis cañones y 30 mm, con un depósito de 800 rondas y una capacidad de disparo de 10,000 rondas por minuto, diseñado para neutralizar amenazas cercanas rápidamente.
Las versiones más recientes del MiG-31 han incorporado capacidades para lanzar el misil AA-12 y el misil antirradiación aire-tierra AS-17 Krypton.
Los Foxhounds cuentan con dos motores turbofán Solovyev D-30F6 que les permiten alcanzar una velocidad de crucero máxima de Mach 1,23. Dada su alta velocidad y capacidad multitarea, especialmente a gran altitud, el MiG-31 es conocido por su alto consumo de combustible.
Los modernos MiG-31 están capacitados para desplegar las más recientes y devastadoras armas hipersónicas de Rusia.
El MiG-31 en la guerra de Ucrania: adaptación y estrategia

Originalmente diseñado como un interceptor puro, el MiG-31 ha sido desplegado en la guerra de Ucrania, principalmente como una plataforma de superioridad aérea y bombardero. La necesidad ha llevado a los estrategas rusos a transformar estos cazas en plataformas de combate multifuncionales.
La guerra en Ucrania ha exigido al Kremlin que utilice sus fuerzas y equipos de maneras innovadoras, incluyendo el despliegue de MiG-31 como lanzadores de misiles hipersónicos, en un esfuerzo por inclinar la balanza a favor de Rusia en el teatro de operaciones.