Fragmentos del misil balístico Hwasong-11Ga encontrados en Kharkiv generan controversia sobre su origen.
En la región ucraniana de Kharkiv, se ha hecho un descubrimiento que ha captado la atención de la comunidad internacional. Se han hallado restos de un misil balístico norcoreano KN-23, específicamente, del modelo conocido como Hwasong-11Ga. Los fragmentos descubiertos corresponden al extremo de la cola del misil, y las imágenes que acompañan esta noticia proporcionan una visión detallada de este hallazgo.
Al examinar de cerca estos fragmentos, los expertos han quedado asombrados por el sorprendente parecido entre los timones gasodinámicos de este misil norcoreano y los de los misiles balísticos de corto alcance KN-23 producidos en Corea del Sur. Lo que resulta aún más intrigante es que este misil parece ser una réplica del misil ruso 9M723, ampliamente empleado por el complejo balístico Iskander. Sin embargo, las fotografías disponibles muestran que el 9M723 ruso presenta una sección de cola más larga y redondeada en comparación con su homólogo norcoreano.
Los expertos rusos que han analizado estas imágenes han respaldado la teoría de que el misil tiene origen norcoreano. Sin embargo, persiste una interrogante fundamental: la autenticidad de las fotografías. Si se confirma que las imágenes fueron tomadas durante el 30 de diciembre o el 2 de enero en Ucrania, esto respaldaría la idea del despliegue de un misil balístico norcoreano de corto alcance.
Estados Unidos acusa a Rusia de desplegar misiles balísticos norcoreanos en Ucrania
En una sesión informativa realizada en la Casa Blanca, John Kirby, coordinador del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dio a conocer una grave acusación: las fuerzas militares rusas estarían desplegando misiles balísticos norcoreanos en Ucrania. Esta afirmación ha sido respaldada por las conclusiones de los servicios de inteligencia estadounidenses, lo que intensifica la tensión en la región.
Para respaldar visualmente esta afirmación, Kirby presentó infografías a los periodistas presentes, en las que se destacaban las capacidades misilísticas de Corea del Norte. A través de una de estas infografías, se reveló que un misil, de origen ruso, recorrió exitosamente una distancia mínima de 460 km antes de aterrizar en Zaporizhzhia, Ucrania, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad en la región.
Además, Kirby enfatizó que, según la información recopilada por la inteligencia estadounidense, Moscú ha recibido un suministro de misiles de Pyongyang que pueden cubrir una distancia de 500 millas, aproximadamente 900 kilómetros. Estos misiles son identificados como misiles balísticos táctico-operativos, comúnmente conocidos como misiles balísticos de corto alcance. Esta revelación aumenta la preocupación, ya que la transferencia de estos misiles de Corea del Norte a Rusia contraviene múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Rusia guarda silencio ante acusaciones de uso de misil norcoreano
Hasta el momento, Moscú ha mantenido un silencio enigmático frente a las acusaciones formuladas por Ucrania y Estados Unidos, quienes señalan el uso de un misil balístico norcoreano en el reciente asalto a gran escala que tuvo lugar entre el 30 de diciembre y el 2 de enero. Esta situación agrega tensión a las relaciones internacionales en medio de una compleja situación geopolítica.
Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, tenía previsto visitar oficialmente Rusia el 13 de septiembre de 2023. Coincidiendo con esta visita, se iniciaron las primeras conversaciones entre Putin y Kim en el cosmódromo de Vostochny. Este contexto genera interrogantes sobre la posible relación entre estos eventos.
Los expertos rusos encuentran relevante la elección del lugar de la reunión entre Putin y Kim. Los medios de comunicación rusos informaron que las conversaciones giraron en torno a posibles colaboraciones en el campo de la tecnología espacial y la cohetería entre Rusia y Corea del Norte. Estas especulaciones se respaldan en declaraciones de Putin, quien mencionó el interés de Pyongyang por la “tecnología de cohetes” y su deseo de expandirse hacia el “espacio”.
El misil KN-23, objeto de controversia, presenta notables similitudes en su aspecto exterior con el Iskander-M ruso y el Hyunmoo-2B surcoreano, ambos misiles balísticos de corto alcance [SRBM]. Se distingue por el conducto alargado de los cables, los diferentes actuadores de paletas de chorro y una base lisa.
Misil KN-23: un arma con alcance y precisión que despierta preocupación internacional
El misil KN-23, que ha sido objeto de preocupación internacional, comparte similitudes notables con el Iskander-M en su trayectoria de vuelo, especialmente por debajo de los 50 km de altitud, donde las aletas del misil pueden alterar su ruta.
Se estima que el KN-23 tiene un alcance de aproximadamente 450 km cuando está equipado con una ojiva de 500 kg, lo que le permite amenazar a toda Corea del Sur. Si se reduce la carga útil, su alcance puede extenderse hasta los 690 km, y la ojiva puede ser convencional o incluso nuclear.
Lo que hace que el KN-23 sea aún más preocupante son sus avanzadas capacidades de dirección. Con guía por satélite, puede alcanzar una precisión de hasta 100 metros en el Error Circular Probable (CEP). Incluso utilizando únicamente un Sistema de Navegación Inercial (INS), mantiene una respetable precisión dentro de los 200 metros.
Este misil se despliega desde un transportador-erector-lanzador móvil (TEL), lo que le confiere movilidad y capacidad de ocultamiento.
Intercambio de municiones entre Rusia y Corea del Norte
El año pasado, surgieron rumores sobre un importante cargamento de más de 350,000 municiones de artillería que la Federación Rusa habría obtenido de Corea del Norte. Estas afirmaciones se respaldaron con imágenes que supuestamente mostraban municiones de 122 mm y 152 mm fabricadas en Corea del Norte.
La inteligencia militar de Estonia, posteriormente, corroboró esta información, que se difundió ampliamente a través de los medios locales. Ants Kiviselg, director del centro de inteligencia de las Fuerzas de Defensa estonias, confirmó que Rusia había recibido efectivamente las 350,000 unidades de munición de Corea del Norte.
A pesar de esta confirmación, los detalles precisos de la relación entre Rusia y Corea del Norte en este intercambio de municiones siguen siendo oscuros, según el sector de inteligencia estonio. Esto ha generado inquietudes en Estonia sobre la posibilidad de que este suministro de municiones pueda ser indicativo de una “alianza” a largo plazo, lo que podría agravar la situación actual en Ucrania, dado que Rusia podría contar ahora con un proveedor “fiable” de munición de artillería en Corea del Norte.
Los fragmentos del Hwasong-11Ga encontrados en Kharkiv corresponden a la cola del misil. Estas partes muestran similitudes notables con los misiles balísticos KN-23 surcoreanos y el ruso 9M723, aunque con diferencias en la sección de cola. Las imágenes detallan estas características, suscitando debates sobre su origen y diseño.
Estados Unidos, a través de John Kirby, del Consejo de Seguridad Nacional, acusa a Rusia de desplegar misiles balísticos norcoreanos en Ucrania. La inteligencia estadounidense respalda esta afirmación, presentando preocupaciones sobre misiles que pueden alcanzar hasta 900 kilómetros, violando resoluciones de la ONU.
La visita de Kim Jong-un a Rusia y su reunión con Putin en el cosmódromo de Vostochny sugieren posibles colaboraciones en tecnología espacial y cohetería. Esta interacción ha avivado especulaciones sobre la relación entre estos eventos y el uso de tecnología de misiles en el conflicto actual.
El misil KN-23 posee un alcance de aproximadamente 450 km con una ojiva de 500 kg, extendible a 690 km con menor carga. Destaca por su precisión, llegando a 100 metros con guía por satélite, y es lanzado desde un transportador-erector-lanzador móvil, lo que le añade movilidad y capacidad de ocultamiento.
El intercambio de más de 350,000 municiones de artillería entre Rusia y Corea del Norte, confirmado por la inteligencia de Estonia, sugiere una relación estrecha entre ambos países. Este suministro, que incluye municiones de 122 mm y 152 mm, plantea preocupaciones sobre una posible “alianza” a largo plazo, afectando la dinámica en Ucrania.