El acuerdo para vender aviones de combate F-35 de EE.UU. a los Emiratos Árabes Unidos como parte de su acuerdo de normalización con Israel es solo la punta del iceberg en la batalla que está librando la Oficina del Primer Ministro y la agencia de inteligencia del Mossad contra el Ministerio de Defensa.
El Mossad, alentado por el Primer Ministro Benjamin Netanyahu, está presionando para vender a los EAU sistemas avanzados de armas e información altamente clasificada, mientras que el Ministerio de Defensa se opone rotundamente a regalar algunas de las capacidades de guerra más avanzadas de Israel, por temor a que se filtre información clasificada a los Estados enemigos.
Según fuentes bien informadas del sistema de defensa israelí, durante los dos últimos años, tanto el Mossad como la Oficina del Primer Ministro han presionado para que el Ministerio de Defensa apruebe el acuerdo que permitiría a Israel vender equipo avanzado a los EAU, incluidas capacidades de inteligencia y sofisticados sistemas de armas de precisión.
Por eso los responsables de las exportaciones de defensa de Israel no se emocionaron cuando Nahum Barnea de Ynet reveló hace solo una semana que los EE.UU. han acordado vender aviones de sigilo a los Emiratos Árabes Unidos como parte del acuerdo con Israel – y sin que Netanyahu comparta la información con el Ministro de Defensa Benny Gantz, el Ministro de Relaciones Exteriores Gabi Ashkenazi o los jefes del establecimiento de defensa.