Noruega despliega aviones F-35A en Polonia para reforzar la defensa del espacio aéreo y responder a las provocaciones aéreas rusas cada vez más frecuentes en el Báltico.
Despliegue de F-35 noruegos en Polonia 2025
El 30 de junio de 2025, Noruega anunció el despliegue de sus aviones de combate Lockheed Martin F-35A Lightning II en Polonia para reforzar la defensa antiaérea de la OTAN en respuesta a la intensificación de maniobras aéreas rusas en la región del Báltico. Esta medida incrementa la protección del espacio aéreo polaco y asegura corredores logísticos fundamentales para el apoyo a Ucrania. En las últimas semanas, aviones rusos realizaron más incursiones cerca de las fronteras de la Alianza, lo que elevó las tensiones en esa zona. El 22 de mayo de 2025, un bombardero Su-24 ruso llevó a cabo maniobras peligrosas sobre el mar Báltico y fue interceptado por cazas polacos bajo mando de la OTAN. Este evento se suma a un patrón de provocaciones que incluye el uso de bases exsoviéticas reactivadas y el posicionamiento de más de 50.000 soldados rusos cerca de la región ucraniana de Sumy.
Los F-35A, cazas furtivos de quinta generación, forman parte del programa de modernización militar de Noruega, que completó su flota de 52 aviones en abril de 2025. Estos aviones, operativos desde Ørland Air Base, participaron en misiones de alerta rápida, como la intercepción de bombarderos Tu-95 rusos en el Ártico en febrero de 2025. Su despliegue en Polonia facilita la interoperabilidad con aliados como Estados Unidos, que utiliza F-22 Raptor, y el Reino Unido, que emplea Eurofighter Typhoon, en misiones de patrullaje aéreo.
Equipados con el radar AN/APG-81 y el sensor infrarrojo AN/AAQ-37, los F-35A proporcionan capacidades avanzadas de detección y mantienen baja su firma radar, lo que permite a la OTAN vigilar y reaccionar ante amenazas complejas. Su capacidad para compartir datos en tiempo real refuerza la coordinación entre fuerzas aliadas, una característica relevante en un contexto donde Rusia ha incrementado sus operaciones aéreas. Además, los aviones noruegos están equipados con un paracaídas de frenado, adaptado para condiciones climáticas adversas, lo cual permite operar de forma eficiente desde bases polacas.
El despliegue tuvo lugar después de un incidente el 15 de enero de 2025, cuando dos F-35 noruegos que se encontraban en Polonia interceptaron un número significativo de aviones rusos que se aproximaban al espacio aéreo polaco. Esta acción representó la primera intervención de los F-35 noruegos en la región. Desde 2022, Noruega ha utilizado estos cazas para reemplazar a los F-16 Fighting Falcon en misiones de vigilancia en el Alto Norte.
Datos clave del despliegue de F-35 en Polonia
- Fecha de anuncio: 30 de junio de 2025.
- Ubicación: Bases aéreas en Polonia, destinadas a proteger el centro logístico de Rzeszów.
- Flota noruega: 52 F-35A, entregados completamente en abril de 2025.
- Capacidades: Baja detectabilidad, radar AN/APG-81, alcance de 2.778 km, velocidad máxima de Mach 1.6.
- Incidentes previos: Intercepción de aviones rusos el 15 de enero de 2025 y maniobras de un Su-24 el 22 de mayo de 2025.
F-35A Lightning II: Tecnología y rol en la OTAN
El F-35A Lightning II, desarrollado por Lockheed Martin, es un caza polivalente diseñado para misiones de combate aéreo, ataque a objetivos terrestres y reconocimiento. Con un alcance de 1.500 millas náuticas y una altitud máxima de 50.000 pies, su motor Pratt & Whitney F135 permite alcanzar velocidades de hasta 1.976 km/h. Sus bahías internas de armas y su capacidad para portar 6.800 kg de armamento externo lo convierten en un sistema táctico versátil. En Polonia, los F-35 noruegos se suman a los 32 F-35A “Husarz” adquiridos por la Fuerza Aérea Polaca, cuya entrega comenzó en 2024.
La tecnología de fusión de sensores del F-35 permite integrar datos de múltiples plataformas, lo que proporciona información útil para contrarrestar amenazas como los cazas rusos Su-35 o los sistemas de defensa antiaérea. En el Báltico, donde Rusia realiza vuelos de reconocimiento con aviones Il-20M, la capacidad del F-35 para operar en espacios aéreos disputados tiene relevancia táctica. En abril de 2025, la Fuerza Aérea Danesa empleó sus F-35A para interceptar un Il-20M ruso sobre el Báltico, un caso que evidencia el aumento de presencia de este modelo en la región.
Noruega ha destinado aproximadamente 60.000 millones de coronas (unos $5.300 millones) a su flota de F-35, que incluye armamento como el Joint Strike Missile (JSM), probado en Estados Unidos en 2025. El mantenimiento de estos aviones requiere procesos complejos, y su tasa de disponibilidad, del 55% según un informe de 2023 de la Government Accountability Office, impone exigencias logísticas. No obstante, Noruega ha reorganizado sus operaciones mediante la modernización de bases como Ørland y Bardufoss, que volvió a operar en 2025.
La presencia de los F-35 en Polonia está vinculada con la protección del centro logístico de Rzeszów, un punto relevante para el envío de ayuda a Ucrania. Este centro ha sido objeto de vigilancia por parte de Rusia. En 2020, Noruega participó por primera vez en una misión de vigilancia aérea de la OTAN con los F-35, y desde entonces aumentó su nivel de actividad en el marco de la defensa colectiva.
Contexto estratégico en el Báltico 2025
La región del Báltico registró un incremento de la actividad militar rusa desde 2024, con vuelos frecuentes de bombarderos Tu-95 y cazas Su-33 en áreas cercanas a las fronteras de la OTAN. En 2023, dos F-35 noruegos aterrizaron sobre una autopista en Finlandia, lo que representó una opción táctica en un escenario potencial de conflicto. Ese ejercicio, organizado por la Fuerza Aérea Noruega, sirvió para mostrar las condiciones operativas del F-35A.
Otros países de la OTAN, como Dinamarca (27 F-35A entregados hasta 2025) y Finlandia (64 F-35A en fase de producción), han ampliado sus capacidades con este avión, lo que establece una red de cazas de quinta generación en el flanco oriental. La flota noruega incorporó combustible sostenible, probado en enero de 2025 con una mezcla de 40% de biocombustible.
El despliegue en Polonia tiene por objeto disuadir a Rusia y respaldar el esquema defensivo de la OTAN en un entorno geopolítico complejo. La integración de los F-35 con otros medios, como los F-22 estadounidenses y los Typhoon británicos, establece una defensa antiaérea estructurada frente a las incursiones rusas. Mientras persistan las tensiones, los F-35 noruegos continuarán en funciones de vigilancia aérea sobre el Báltico.