La flota de F-15 Eagles de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos empezará a decir “sayonara” a Okinawa en las próximas semanas, ya que el servicio planea reemplazar el envejecido -pero aún probado en combate- pájaro de guerra con aviones más modernos. El traslado afectará a la mitad de los aproximadamente 100 cazas de la Fuerza Aérea actualmente desplegados en Japón, y algunos críticos advierten que podría dar lugar a posibles lagunas que debiliten la capacidad de disuasión de China.
Dos escuadrones del F-15 Eagle que han estado permanentemente basados en la Base Aérea de Kadena, Okinawa, serán eventualmente retirados cuando el Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DoD) comience su “retirada gradual” de los F-15C/D Strike Eagles. Estos aviones podrían ser sustituidos, al menos inicialmente, por los escuadrones de F-22 que actualmente tienen su base en Alaska. Los primeros F-22 Raptors de Lockheed Martin podrían empezar a desplegarse en Kadena a principios de noviembre.
“El mensaje para China es que Estados Unidos no se toma en serio la inversión del declive de sus fuerzas militares”, dijo David Deptula, ex vicecomandante de las Fuerzas Aéreas del Pacífico y piloto retirado de F-15, al periódico Financial Times. “Esto animará a los chinos a tomar medidas más drásticas”.
Los expertos también han advertido de que la rotación podría estresar a la fuerza y que no hay suficientes F-22 Raptors avanzados en servicio para cumplir todas sus funciones, incluido el despliegue en Europa para disuadir a Rusia, y en las unidades de la Guardia Nacional y la Reserva en Estados Unidos.
Las águilas abandonan el nido en Kadena
La Base Aérea de Kadena, en Okinawa, alberga actualmente 48 F-15C/D del 44º Escuadrón de Cazas “Vampiros” del Ala 18 y del 67º Escuadrón de Cazas “Gallos de Pelea”. Los aviones llegaron a la base por primera vez en 1979.
Han servido como eje de las defensas estadounidenses en la región. Sin embargo, las Fuerzas Aéreas estadounidenses también tienen F-16 Fighting Falcons en la base aérea de Misawa, en el noreste de Honshu, la mayor de las cuatro islas principales de Japón.
Aunque no es una plataforma furtiva, el F-15 es un avión de superioridad aérea de probada eficacia que puede operar como caza y como bombardero de precisión. Considerado como uno de los cazas modernos más exitosos en servicio hoy en día, el F-15 Eagle cuenta con más de 100 victorias en su haber sin una sola derrota en combate aéreo.
Con una velocidad máxima superior a Mach 2,5 (más de 1.600 mph o 2.575 kph), el F-15 Eagle fue el primer caza estadounidense con suficiente empuje para acelerar verticalmente. Podía armarse con una gran dotación de misiles, pero también estaba equipado con un cañón Gatling interno de 20 mm. El Eagle, un caza táctico extremadamente maniobrable y equipado con una aviónica avanzada para la época, podía alcanzar rápidamente la superioridad aérea, superando y combatiendo a cualquier avión enemigo.
Sin embargo, el problema es la edad de los F-15 que ahora vuelan regularmente desde Kadena. Con una edad media de casi 38 años, los aviones son más viejos que los pilotos que los pilotan. Aunque las Fuerzas Aéreas han modernizado las naves, los fuselajes ya no pueden ser llevados al límite, mientras que muchos de los componentes electrónicos son tan viejos que ya no se fabrican. Los Eagles están volando en tiempo prestado, así que tiene sentido reemplazarlos.
Lo lamentable es que las Fuerzas Aéreas de EE.UU. apenas disponen de aviones para sustituirlos, aunque sea temporalmente. El servicio tendrá que idear un plan, rápidamente, y tanto si se trata de más F-15EX -el Eagle muy mejorado de Boeing– como de reiniciar el programa F-22, hay que hacer algo. Este debería ser el momento de despertar de la Fuerza Aérea.