En la llamada “operación militar especial” de Rusia en Ucrania ha estado notablemente ausente el tanque T-14 Armata, pero eso es probablemente lo mejor. Desde el lanzamiento de la invasión no provocada e injustificada en febrero, cientos de tanques rusos han sido destruidos. Aunque el T-14 no ha estado entre los tanques perdidos, ha sido una víctima en otros aspectos.
Este mes se informó de que las sanciones impuestas a Moscú han detenido la producción en serie prevista. Es el último revés para un tanque que debía entrar en servicio hace varios años.
Es probable que la situación no mejore. Como informó Forbes este mes, desde 2014 el Reino Unido pagó unos 30.000 millones de dólares por el petróleo y el gas rusos, dinero suficiente para que Moscú pudiera comprar 8.000 de los carros de combate principales (MBT) de nueva generación.
El petróleo ruso sigue fluyendo hacia Europa Occidental, pero las sanciones han sido lo suficientemente fuertes como para que la producción del T-14 se haya detenido.
Conozca el T-14 Armata
El Armata T-14 MBT se mostró por primera vez durante el Desfile de la Victoria de mayo de 2015 en Moscú. Era solo un componente de la plataforma estandarizada de orugas pesadas Armata, que sirve de base para desarrollar el carro de combate principal, un vehículo de combate de infantería, un vehículo blindado de transporte de personal y algunos otros vehículos blindados.
El T-14 de nueva generación destacaba por contar con un equipamiento totalmente digitalizado, una torreta no tripulada y una cápsula blindada aislada para la tripulación.
Los trabajos del proyecto Armata comenzaron en 2010, cuando el Ministerio de Defensa ruso puso fin a los trabajos del “Objeto-195”, el programa T-95.
Todo el proyecto Armata se consideró un enorme salto tecnológico con respecto a los diseños de hardware militar de la era soviética y, desde el principio, el T-14 es muy distinto de las anteriores plataformas de tanques soviéticas/rusas.
La silueta del tanque, desde su casco hasta su torreta alargada y cuadrada, se asemeja más a los diseños de torretas de los tanques occidentales modernos, y se aleja bastante de los diseños soviéticos anteriores.
El T-14 Armata también destacaba por contar con siete ruedas de carretera en lugar de las seis que eran habituales en la mayoría de los MBT soviéticos de la Guerra Fría e incluso en los rusos modernos. También estaba mucho más compartimentado que los tanques occidentales contemporáneos.
Torreta no tripulada
Entre las características innovadoras del T-14 se encuentra su torreta no tripulada, desarrollada para albergar un cañón principal de 125 milímetros 2A82-1M controlado a distancia y un cargador totalmente automatizado.
En el cargador del tanque se puede almacenar un total de 45 rondas de munición. El cañón principal también está diseñado para disparar misiles guiados por láser. Además, el cañón 2A82 de 125 mm puede incluso actualizarse al cañón 2A83 de 152 mm, mientras que el T-14 también estaba equipado con armas secundarias, como el Kord de 12,7 mm o una ametralladora PKTM de 7,62 mm.
La tripulación de tres personas, que incluye al comandante del tanque, al conductor/mecánico y al artillero, está alojada en un compartimento para la tripulación situado en una cápsula blindada en la parte delantera del casco, aislada del cargador automático y del almacén de munición en el centro del tanque. Con ello se pretendía aumentar la capacidad de supervivencia de la tripulación y, a diferencia de otros tanques, esta plataforma Armata cuenta con un aseo interno (descrito como parte del “sistema de soporte vital” interno).
Cada miembro de la tripulación también tiene su propia escotilla en la parte delantera del tanque, con el artillero situado a la izquierda, el artillero en el centro y el comandante a la derecha.
Diseño modular
El diseño modular del T-14 también incluye un avanzado sistema de blindaje, que consiste en acero, cerámica y materiales compuestos. La sección delantera del tanque está diseñada con un blindaje reactivo, mientras que la parte trasera está equipada con un blindaje de barras para proporcionar una mayor protección contra las granadas antitanque propulsadas por cohetes. Para que el tanque no tenga que depender del blindaje para proteger a la tripulación en un combate, está equipado con miras multiespectrales con visor, canales térmicos e incluso telémetros láser. El objetivo era eliminar cualquier amenaza potencial antes de que pudiera poner al tanque en el punto de mira.
Según Army Technology, la mira del comandante está montada en la parte superior de la torreta, donde puede ofrecer un campo de visión de 360 grados, mientras que la del artillero está equipada con un periscopio de visión directa y un designador láser. Además, se montan cámaras de gran angular para mejorar aún más el conocimiento de la situación de la tripulación, mientras que se proporcionan receptores de alerta láser basados en electro-ópticos/infrarrojos (EO/IR) para detectar posibles amenazas.
Otra opción para cualquier petrolero es salir de una lucha que no puede ganar. Para lograrlo, el T-14 se diseñó con un motor de turbina de gas que proporcionaba 1.500 CV y estaba acoplado a una transmisión automática de ocho velocidades. En teoría, el T-14 podía alcanzar una velocidad máxima de 80 a 90 km/h y una autonomía máxima de 500 km.
Rusia también ha seguido mejorando el T-14 Armata, y el mes pasado se informó de que se estaba trabajando en una versión no tripulada del tanque, mientras que el cañón principal de 125 mm 2A82-1M, controlado a distancia, podría actualizarse junto con la torreta a un cañón de 152 mm. Rusia incluso ha explorado la posibilidad de armar el tanque con un sistema de misiles hipersónicos.
A pesar de los avances, la mayor amenaza para el T-14 puede que no provenga de adversarios extranjeros, sino de su coste, ya que cada vehículo cuesta al parecer más de 4 millones de dólares cada uno. Moscú había planeado originalmente comprar más de 2.300 T-14 para el año 2025, pero se ha reducido significativamente. Ahora, con esas sanciones, el ejército ruso puede tener que conformarse con las pocas docenas que se han producido.
Peter Suciu, redactor jefe de 1945, es un escritor afincado en Michigan que ha colaborado en más de cuatro docenas de revistas, periódicos y sitios web. Escribe habitualmente sobre material militar y es autor de varios libros sobre tocados militares, entre ellos A Gallery of Military Headdress, disponible en Amazon.com. Peter también es escritor colaborador de Forbes.