El Pentágono ha desplegado su estrategia para que Pratt and Whitney, establecido en East Hartford, ejecute todas las misiones de actualización de los motores del caza F-35. Esta operación táctica se enfoca en las tres variantes de esta aeronave de combate singular.
Altos mandos militares han confirmado que esta maniobra se extenderá por un lapso de ocho años. Según un reporte de la Armada, es crucial que el motor sea uniforme para las tres versiones del caza, identificando a Pratt and Whitney como el único capaz de cumplir con estos requerimientos operativos.
Pratt and Whitney: el único capaz de actualizar los motores del F-35
La delegación de Connecticut en el Congreso, en una jugada estratégica, señaló que la búsqueda de una alternativa para el motor podría haber elevado significativamente los costos. Esta decisión táctica apunta a la eficiencia y economía de recursos.
El representante demócrata John Larson, cuyo distrito alberga el cuartel general de Pratt and Whitney, ha saludado esta maniobra en un comunicado. Subrayó el impacto positivo en la economía y en el sector de la manufactura bélica del estado.
Impacto económico y laboral de la decisión sobre los motores del F-35
Larson declaró: “El anuncio de hoy ahorrará decenas de miles de millones de dólares a los contribuyentes durante la vida operativa del programa y salvaguardará miles de puestos de trabajo en nuestro estado”. Destacó la importancia de contar con los mejores maquinistas e ingenieros para mantener “el águila volando”.
En una maniobra anterior este año, Pratt and Whitney aseguró un contrato de 66 millones de dólares para la modernización de los motores del F-35. Esta operación subraya la relevancia de la empresa en la industria de la defensa.
Pratt and Whitney: un gigante en la industria de defensa
Esta compañía, un coloso en el terreno de la fabricación militar, cuenta con una fuerza laboral de más de 11.000 personas en East Hartford y Middletown. Su papel es crucial en el mantenimiento de la supremacía aérea con tecnologías de vanguardia.