Estados Unidos y Rumanía concretan contrato de 6.500 millones de dólares para compra de aviones F-35 Lightning II.
Contrato millonario entre Estados Unidos y Rumanía para aviones F-35
Estados Unidos y Rumanía están cerca de formalizar un contrato de 6.500 millones de dólares para la compra de treinta y dos aviones F-35 Lightning II, incluyendo servicios de logística, entrenamiento y armamento. Se espera que la primera entrega ocurra en 2030. Mientras tanto, Rumanía ha incorporado a su flota treinta y dos F-16 de segunda mano procedentes de Noruega.
Estas acciones de ambos países para fortalecer sus fuerzas aéreas responden a la estrategia de la OTAN en su flanco oriental, donde varios miembros ya operan o planean adoptar el F-35 para la seguridad regional. Rumanía, miembro de la OTAN desde 2004 y con una frontera de 650 kilómetros con Ucrania, está en negociaciones con Estados Unidos para la compra de los aviones Lockheed Martin F-35 Lightning II.
Este acuerdo, que podría concretarse en otoño, ha estado en discusión desde septiembre del año pasado. Según Reuters, Rumanía planea adquirir treinta y dos F-35 por un valor de 6.500 millones de dólares, incluyendo servicios logísticos, de entrenamiento, simuladores de vuelo y municiones, con la primera entrega esperada en 2030.
Rumanía incorpora F-16 de segunda mano y fortalece su defensa aérea
Mientras tanto, para no quedarse atrás, Rumanía ha comprado treinta y dos F-16 Fighting Falcons de segunda mano a Noruega, que se unirán a los diecisiete adquiridos previamente a Portugal en 2016. Bucarest ha sido un firme aliado de Ucrania desde la invasión rusa hace dos años y medio, y recientemente prometió donar a Kiev un sistema de defensa aérea MIM-104 Patriot, una de las cinco plataformas antiaéreas comprometidas por los miembros de la OTAN.
Además, Rumanía ha denunciado incursiones de drones rusos en su territorio. En paralelo, Grecia está cerca de cerrar un acuerdo para la compra de hasta veinte F-35, después de recibir la aprobación del parlamento griego el mes pasado. El Consejo de Seguridad Nacional ha dado luz verde para continuar las negociaciones con Washington, y se espera que la compra se concrete antes de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Los primeros F-35 podrían entregarse a la Fuerza Aérea griega en 2028, aunque permanecerán en Estados Unidos para entrenamiento inicial. Finalmente, los F-35 se desplegarían en la base aérea de Andravida a principios de la década de 2030, sujeto a la aprobación de Estados Unidos. El acuerdo de 3.470 millones de dólares incluiría soporte técnico inicial, formación de pilotos e ingenieros y simuladores de entrenamiento continuo.
Grecia refuerza su defensa aérea con la compra de F-35
Grecia, que ha aumentado sus adquisiciones militares debido a las tensiones con Turquía, ha sido uno de los miembros de la OTAN que más invierte en defensa, gastando más del 2% de su PIB. Sin embargo, este año, Atenas ha buscado mejorar las relaciones con Ankara. A medida que Rumanía y Grecia avanzan en sus adquisiciones del F-35, otros miembros de la OTAN como Dinamarca, Italia, Países Bajos, Noruega y Reino Unido ya operan estos aviones, y países como Bélgica, República Checa, Finlandia, Alemania y Polonia también planean incorporarlos para reforzar la seguridad regional.
Lockheed Martin estima que para finales de la década, alrededor de 500 F-35 estarán en operación en Europa por parte de la OTAN y sus socios. Estos movimientos estratégicos reflejan la importancia de los F-35 en el fortalecimiento de la defensa aérea en la región, asegurando una respuesta efectiva a cualquier amenaza potencial.
El impacto de estas adquisiciones en la seguridad regional es significativo, ya que refuerza la capacidad de respuesta y la interoperabilidad de las fuerzas aéreas de la OTAN. Con la integración de los F-35, tanto Rumanía como Grecia estarán mejor preparadas para enfrentar desafíos y contribuir a la estabilidad en el flanco oriental de Europa.
La importancia del F-35 en la estrategia de defensa de la OTAN
El F-35 se ha convertido en un componente esencial de la estrategia de defensa de la OTAN. Su capacidad para realizar múltiples roles, desde la superioridad aérea hasta la supresión de defensas aéreas enemigas, lo convierte en una herramienta versátil y poderosa. La adquisición de estos aviones por parte de Rumanía y Grecia no solo fortalece sus propias fuerzas aéreas, sino que también mejora la capacidad colectiva de la OTAN para responder a amenazas en la región.
Además, la interoperabilidad de los F-35 con otros sistemas de defensa de la OTAN facilita una respuesta coordinada y efectiva. Estos aviones están equipados con tecnología avanzada que permite la recopilación y el intercambio de información en tiempo real, mejorando la conciencia situacional y la toma de decisiones.
En resumen, la incorporación de los F-35 en las fuerzas aéreas de Rumanía y Grecia representa un paso importante en el fortalecimiento de la defensa aérea de la OTAN. Con estos aviones, ambos países estarán mejor preparados para enfrentar cualquier desafío y contribuir a la estabilidad y seguridad en Europa.
Despliegue y entrenamiento de los F-35 en Europa
El despliegue y el entrenamiento de los F-35 en Europa son elementos clave para maximizar su efectividad. La planificación cuidadosa y la coordinación con otros miembros de la OTAN aseguran que estos aviones estén listos para ser desplegados rápidamente en caso de una crisis. Los pilotos y el personal de apoyo reciben un entrenamiento riguroso para operar y mantener estos aviones en condiciones óptimas.
Las bases aéreas en Rumanía y Grecia se están preparando para recibir los F-35, con mejoras en la infraestructura y la logística para acomodar estos aviones avanzados. La colaboración con Estados Unidos y otros aliados de la OTAN es crucial para garantizar una transición sin problemas y una integración efectiva de los F-35 en las fuerzas aéreas locales.
En conclusión, la adquisición de los F-35 por parte de Rumanía y Grecia refuerza su capacidad de defensa y mejora la seguridad regional. Estos aviones avanzados proporcionan una ventaja estratégica significativa y contribuyen a la estabilidad y la defensa colectiva en Europa.