El Tupolev Tu-95, conocido en la designación de la OTAN como “Bear” (Oso), es un bombardero estratégico emblemático de la era soviética que ha estado en servicio desde la década de 1950.
Una de las características más distintivas del Tu-95 es el sonido inconfundible que produce. Profundicemos en los elementos que generan este nivel de ruido y las razones detrás de ello.
El ruido del Tu-95: origen y factores que lo producen
El Tu-95 es un bombardero de cuatro motores turbohélice, con una longitud de 50 metros (164 pies) y una capacidad de vuelo de más de 12.875 kilómetros (8.000 millas) sin reabastecimiento. Su primer vuelo fue el 12 de noviembre de 1952, como sucesor del Tu-4.
Diseñado en respuesta a la necesidad de las fuerzas militares soviéticas de contar con un bombardero de gran capacidad y alcance, el Tu-95 fue concebido para transportar una carga nuclear de 30.000 libras (13.608 kg) a cualquier objetivo dentro de los Estados Unidos continentales. Entró en servicio con las Fuerzas Aéreas Soviéticas en 1956.
El elemento distintivo del Bear es su sistema de propulsión único, que emplea hélices contrarrotativas de gran tamaño accionadas por motores turbohélice. Este diseño no solo define su perfil auditivo, sino que también lo convierte en uno de los aviones militares más ruidosos en operación.
Origen del icónico sonido del Tu-95 y factores que lo producen
Hoy en día, el Tu-95 sigue siendo el único avión de hélice con alas en flecha producido en serie (se fabricaron más de 500 unidades entre 1952 y 1993) y uno de los aviones militares más ruidosos que aún están en funcionamiento.
El distintivo ruido generado por el Tu-95 se atribuye principalmente a dos aspectos del diseño de sus hélices de cuatro palas. En primer lugar, cuenta con hélices contrarrotativas que funcionan haciendo que un conjunto de hélices gire en dirección opuesta al otro, lo que produce un sonido distintivo de “zumbido” durante el vuelo. En segundo lugar, sus potentes motores de 60.000 caballos de fuerza impulsan las puntas de las palas de sus hélices para que se muevan más rápido que la velocidad del sonido.
El nivel de decibeles producido por el Tu-95 puede variar dependiendo de factores como la altitud, la distancia y la variante específica del modelo. Sin embargo, la firma acústica única del Bear le ha ganado la reputación de ser fácilmente reconocible, incluso a una distancia considerable.
Como bien lo expresa Tyler Rogoway de TheWarZone:
“[El sonido es como] una mezcla del aullido de un motor a reacción estándar con un rugido de alta frecuencia, exótico e inquietante”.
Impacto ambiental y futuro del Tu-95 en la aviación militar rusa
Si bien el ruido del Tu-95 puede ser un rasgo característico, también ha generado preocupación sobre su impacto potencial en el medio ambiente y las comunidades cercanas a las bases aéreas donde operan estos aviones.
No obstante, el Bear sigue siendo un avión formidable en la flota de la Fuerza Aérea Rusa. Según Military History Now, la Fuerza Aérea no retirará el Tu-95 hasta 2040, y para entonces, habría pasado cerca de un siglo en servicio.