Avances chinos en bombarderos furtivos de medio alcance reavivan el interés en el cancelado FB-22 de Lockheed Martin.
El FB-22: combinación de agilidad y capacidad de fuego extendida
El FB-22, derivado del sofisticado caza F-22 Raptor de Lockheed Martin, prometía cerrar la brecha entre cazabombarderos y bombarderos estratégicos. Diseñado con un ala delta más grande, podía alcanzar velocidades de Mach 1.92 y un alcance de 1.600 millas, superando el alcance del Raptor. En modo sigiloso, transportaba hasta 15,000 libras de munición, duplicando esta capacidad en configuraciones no furtivas, con puntos de anclaje para armas o tanques externos, manteniendo un perfil bajo sin sacrificar letalidad.

Este diseño innovador, conocido como “T-Rex”, se proyectaba como una adaptación eficiente y de costo reducido del F-22, compartiendo componentes y diseño. La propuesta no solo era técnicamente avanzada, sino que también tenía un impacto estratégico significativo, prometiendo redefinir el rol de los bombarderos medios en la doctrina militar.
A lo largo de la historia, bombarderos medios como el B-25 Mitchell, B-47 Stratojet y F-105 Thunderchief han sido cruciales en conflictos convencionales y nucleares. El “T-Rex” modernizaría este concepto, proporcionando capacidades sigilosas para operar en espacios aéreos disputados, ofreciendo una ventaja táctica significativa.
Razones tras la cancelación del prometedor proyecto FB-22

La cancelación del FB-22 se debió a presiones presupuestarias y el enfoque en conflictos activos como Irak y Afganistán, relegando proyectos sin aplicación inmediata. La necesidad de renovar la flota de bombarderos estratégicos, incluyendo el B-1B Lancer, B-52 Stratofortress y el desarrollo del B-21 Spirit, dejó al FB-22 en una posición vulnerable.
El proyecto reflejaba las tensiones entre la planificación a corto y largo plazo en el ejército estadounidense, así como la evolución de la guerra aérea y las necesidades operativas. Aunque bombarderos medios como el F-111 Aardvark demostraron su valor, el cambiante panorama de seguridad y tecnología militar sugiere una revisión constante de las capacidades necesarias.
La cancelación del FB-22 puede verse como una oportunidad perdida para avanzar en la doctrina militar aérea con una plataforma de ataque medio sigilosa y versátil. La decisión plantea preguntas sobre las prioridades estratégicas y la adaptabilidad de las fuerzas armadas a nuevas amenazas.
Reflexiones estratégicas sobre la relevancia del FB-22

El desarrollo de un bombardero medio moderno por parte de China subraya la relevancia de esta clase de plataforma. La visión del FB-22 sugería un nicho aún por explorar en la guerra aérea moderna. A medida que la fuerza aérea estadounidense se enfoca en el desarrollo del B-21 Raider, las capacidades únicas que habría ofrecido el “T-Rex” merecen consideración.
El “T-Rex” representaba una innovación técnica y estratégica significativa, con el potencial de redefinir roles y capacidades en la doctrina militar. Sin embargo, la evolución de las necesidades tácticas y estratégicas relegó el proyecto en favor de otras prioridades.
En retrospectiva, la cancelación del FB-22 invita a una reflexión sobre la adaptabilidad y flexibilidad de las fuerzas armadas frente a nuevas amenazas y desarrollos tecnológicos. El interés renovado en el concepto por parte de China podría presagiar una reconsideración futura por parte de la USAF.