¿Por qué ha decidido la Fuerza Aérea Rumana reemplazar su flota de MiG-21 de fabricación rusa por aviones F-16 y F-35 estadounidenses? Para los entendidos en la materia, la razón detrás de esta transición es evidente.
Como destacó este analista en un artículo anterior publicado en Simple Flying titulado “¿Qué aviones de combate posee la India?”, el MiG-21, conocido también como “Fishbed/Bison”, ha quedado desfasado tras haber realizado su vuelo inaugural en 1955. Este modelo pertenece a la segunda generación de cazas a reacción.
Ante este escenario, la Fuerza Aérea Rumana (RoAF; Forțele Aeriene Române) ha iniciado un programa de modernización en dos fases para renovar su arsenal de aviones de combate. El reemplazo incluirá dos modelos de aeronaves de origen estadounidense.
El primero de ellos es el F-16 Fighting Falcon, apodado “la Víbora”, en su variante AM/BM Block 15 MLU [Mid-Life Upgrade]. Los preparativos para su incorporación están avanzando a buen ritmo, tal como reportó AP News el año pasado con la inauguración del Centro Europeo de Entrenamiento de F-16 en territorio rumano. A estos se les sumará el F-35 Lightning II, una plataforma de quinta generación que se integrará a la futura composición aérea del país.
Más allá de la revisión de datos de fuentes secundarias, es crucial acceder a opiniones y análisis directos de los implicados. Recientemente, este corresponsal tuvo el privilegio de conversar con expertos en defensa de Rumania para profundizar en estas perspectivas.
Implicaciones geopolíticas de la guerra en el mar Negro
El evento en cuestión se llevó a cabo el 16 de abril en el Instituto Hudson, un destacado think tank de Washington D.C., bajo el título “La batalla por el Mar Negro no ha terminado”. La relevancia del evento queda evidenciada en la descripción oficial:
“Si Rusia gana o pone fin a la guerra en sus términos, los intereses de todos los estados ribereños del Mar Negro se verán afectados negativamente. Pero también lo harán los de Estados Unidos, Europa y Occidente en general. Estados Unidos tiene un gran interés en un Mar Negro libre y abierto y en una BSR pacífica, estable y próspera”.
Los ponentes incluyeron a figuras eminentes como Matt Boyse, investigador principal de Hudson, George Scutaru, director ejecutivo del New Strategy Center, la Dra. Antonia Colibasanu, miembro principal del mismo centro, y Mykhailo Samus, director de la Red de Investigación de Nueva Geopolítica.
Modernización aérea rumana: Transición de MiG-21 a F-16 y F-35
En el contexto de la OTAN, Rumanía, ubicada estratégicamente en el flanco oriental de la alianza, juega un papel crucial en la defensa colectiva. En este sentido, la transición de su fuerza aérea es de gran importancia. George Scutaru proporcionó detalles significativos sobre este cambio:
“Fue una transición increíble, pasar del MiG-21 al F-16. Ahora hemos recibido dos nuevos escuadrones de F-16 de Noruega. Pero el mayor paso para la Fuerza Aérea Rumana está representado por el F-35. La decisión más importante del Parlamento rumano hace dos o tres meses fue la decisión de aprobar la adquisición de 32 aviones F-35. Es un contrato muy importante para la industria estadounidense; 6.500 millones de dólares. Y creo que, junto con Polonia y la República Checa, estos tres países tendrán un número importante de F-35 para representar el núcleo de la disuasión de la OTAN en el flanco oriental”.
Scutaru también destacó los desafíos de construir la infraestructura necesaria para soportar la flota de F-35. Se están ejecutando proyectos multimillonarios para modernizar las bases aéreas, acompañados de otras inversiones significativas. Además, como parte de su preparación defensiva, Rumanía está acogiendo a miles de soldados de otras naciones y recientemente ha iniciado la construcción de la base de la OTAN más grande de Europa.
Expansión futura de las capacidades aéreas de la Flota Naval Rumana
En el marco del mismo evento, tuve el honor de entrevistar al Contraalmirante Milu Zaharia de las Fuerzas Navales Rumanas (Forțele Navale Române), quien compartió valiosas perspectivas sobre el estado actual y las aspiraciones futuras de los activos aéreos de la marina.
El Contraalmirante Zaharia explicó que, aunque actualmente la flota no posee aviones de ala fija, existe un plan ambicioso para integrar la plataforma de guerra antisubmarina P-8 Poseidón. Sin embargo, se estima que la adquisición de estas capacidades se materializará dentro de aproximadamente 15 años, subrayando una planificación a largo plazo en el fortalecimiento de sus capacidades de guerra naval.
Mientras tanto, la Armada rumana continúa aprovechando eficazmente el helicóptero Puma 330 de la Industria Aeronáutica Románica (IAR), una versión construida bajo licencia del helicóptero francés Aérospatiale SA 330 Puma. Zaharia, quien jugó un papel crucial en la adquisición de estos helicópteros, destacó su importancia en las operaciones actuales de la flota.
Para una visión más cercana de las operaciones de los helicópteros Puma en la Armada rumana, incluidos videos de vuelos internos y externos, los interesados pueden consultar los enlaces a continuación.