La diversificación de los sistemas aéreos no tripulados (UAS) por parte de Rusia se está llevando a cabo, alejándose de la conocida serie de drones Shahed, fabricados en Irán, que han sido utilizados principalmente para bombardear tanto objetivos militares como civiles en Ucrania.
En respuesta al uso extendido de una munición de merodeo alternativa proveniente de China, Estados Unidos ha decidido implementar un nuevo conjunto de restricciones. Las sanciones, que fueron anunciadas el 17 de octubre de 2024, son el resultado de la colaboración entre el Tesoro y el Departamento de Estado de EE. UU. y están dirigidas contra entidades en la República Popular China (RPC) así como contra organizaciones de defensa en Rusia.
El objetivo de estos controles es interrumpir la producción y el suministro de las municiones de largo alcance conocidas como ‘Garpiya’.
La compañía estatal rusa de armamento, Almaz-Antey, está involucrada en la coordinación de la producción de los UAS Garpiya en fábricas chinas antes de que estos sean transferidos a Rusia. Además, la empresa Xiamen Limbach Aircraft Engine, comúnmente llamada ‘Limbach’, fabrica motores L550E en la República Popular China, que son destinados a ser instalados en los sistemas Garpiya.
Asimismo, el proveedor Redleplus, que opera desde Shenzhen, a solo 27 kilómetros al norte de Hong Kong, trabaja en conjunto con la organización de defensa rusa TSK Vector. Esta última actúa como intermediaria entre AO IEMZ Kupol y otros proveedores de la RPC en relación con el proyecto Garpiya de Rusia.
El sistema Garpiya incorpora componentes significativos de la República Popular China, incluyendo motores y diversos elementos eléctricos, mecánicos y de procesamiento automatizado de datos, aunque el ensamblaje final se realiza en Rusia.
IEMZ Kupol ha reportado que, en el segundo semestre de 2023, se produjeron 500 unidades de estas municiones flotantes. Para el primer semestre de 2024, la producción alcanzó las 2.000 unidades, lo que indica un aumento del 75% en la tasa de fabricación en menos de un año.
Se estima que el Garpiya-3, considerado como una versión mejorada del modelo A1 original, tiene una autonomía de operación de 1.200 millas, lo que equivale a casi 2.000 kilómetros.
Los drones Shahed de Irán, clave en la guerra rusa contra Ucrania
La familia de UAS Shahed, originaria de Irán, ha sido y continúa siendo un elemento fundamental en la estrategia de Rusia para llevar a cabo su guerra e imponer el caos tanto en las fuerzas armadas de Ucrania como en la sociedad ucraniana en general.
En el contexto de la economía de guerra rusa, que enfrenta tensiones dos años y medio después de la invasión ilegal a Ucrania, las municiones merodeadoras se emplean como una opción más económica en comparación con los misiles convencionales.
Esta tendencia se evidenció en los ataques rusos más intensos hasta la fecha, que ocurrieron en agosto de este año. En esa ocasión, la ofensiva híbrida, que combinó misiles balísticos hipersónicos Kinzhal y misiles tradicionales Iskander, también incluyó el uso de 109 UAS Shahed.
El uso constante de estas municiones, que son más asequibles y flotantes, está destinado a agotar tanto las defensas aéreas de Ucrania como la determinación de los aliados occidentales para seguir suministrando municiones al país.
El 20 de octubre, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, informó que se habían registrado 129 ataques de drones Shahed en un solo día.
Desde el inicio de 2024, más de 6.000 municiones Shahed han sido desplegadas por Rusia. Sin embargo, el país devastado por la guerra no es completamente indefenso, ya que, como señaló el jefe de Estado, “nuestros soldados consiguen derribar una parte importante de ellas”.
El alcance de un dron Shahed varía considerablemente, dependiendo, en parte, de la disposición a aceptar las afirmaciones de las fuentes iraníes. Aun así, se reconoce que existe un amplio rango en las distancias máximas que pueden alcanzar, dado que algunas variantes de los Shahed tienen la capacidad de volar distancias más largas que otras.
Zelenskyy insta a Occidente a atacar infraestructura de producción de drones
“Necesitamos la capacidad de destruir no solo las bases de almacenamiento de los Shahed, sino también toda la infraestructura dedicada a su producción y logística”, afirmó Zelenskyy a los países occidentales. “Desafortunadamente, los terroristas saben cómo aprovechar el tiempo que les brinda la indecisión del mundo libre”.
El presidente de Ucrania resalta la presión que enfrenta para instar a Estados Unidos, el mayor donante de ayuda militar, a levantar las restricciones sobre los ataques a objetivos dentro de Rusia que permiten al enemigo lanzar ofensivas contra Ucrania.
En particular, la utilización de armas de largo alcance, que cuentan con componentes de fabricación estadounidense, está sujeta a la aprobación de Estados Unidos. La reticencia de este país ha generado frustración, especialmente tras conocerse que las fuerzas ucranianas han sufrido el impacto de las armas rusas que incluyen ciertos componentes producidos en Estados Unidos.