El analista militar Igor Korotchenko ha señalado que la eventual destrucción de la planta de defensa de Rheinmetall en Ucrania, a manos de las fuerzas rusas, podría representar un ataque tanto estratégico como simbólico una vez que la producción comience a operar a pleno rendimiento.
Durante una entrevista concedida a TASS, Korotchenko, quien es editor en jefe de National Defense, destacó que cualquier ofensiva probablemente se llevaría a cabo únicamente cuando la instalación esté en pleno funcionamiento y el equipo de producción ya haya sido instalado.
El analista destacó que atacar un edificio vacío o inactivo no tendría un impacto significativo. Afirmó que un ataque bien planificado, cuando la maquinaria y los sistemas de armas estén operativos, tendría el efecto táctico y simbólico más contundente.
“Es lógico actuar una vez que el equipo tecnológico esté disponible y la producción haya iniciado. Bombardear una instalación vacía carece de valor estratégico”, afirmó, subrayando la importancia del momento adecuado y de la atención mediática. Un ataque en este contexto no solo evidenciaría la posición de Rusia en relación con la infraestructura de defensa extranjera en Ucrania, sino que también podría potenciar el mensaje político de la guerra mediante una cobertura mediática amplia.
Rusia considera a Rheinmetall un objetivo militar legítimo en Ucrania
Recientemente, el portavoz presidencial ruso, Dmitry Peskov, declaró que la instalación de Rheinmetall en Ucrania es un objetivo militar legítimo para las fuerzas rusas, argumentando que una instalación militar-industrial alemana en territorio ucraniano representa un riesgo directo para la seguridad nacional de Rusia.
Armin Papperger, director general de Rheinmetall, anunció la inauguración de la primera planta en Ucrania, junto con otras instalaciones asociadas. Los planes ambiciosos de la empresa incluyen la construcción de una fábrica de pólvora y plantas dedicadas a la producción de municiones y sistemas de defensa aérea, lo que evidencia una notable ampliación de la capacidad de fabricación de defensa del país.
Como principal contratista de defensa en Alemania, Rheinmetall ha visto un aumento significativo en sus beneficios en medio de la guerra en Ucrania y anticipa un crecimiento financiero aún mayor en los próximos años. En 2023, la empresa reportó un incremento del 12% en sus ingresos, alcanzando los 7.100 millones de euros, mientras que su beneficio neto creció un 9%, llegando a 600 millones de euros.
Estos resultados financieros reflejan las ganancias que Rheinmetall ha obtenido debido a la constante demanda de equipos de defensa tanto en Ucrania como en otros países aliados. Como consecuencia, la empresa ha tomado la decisión de aumentar su presencia en el sector de fabricación dentro de Ucrania, a pesar de los considerables riesgos geopolíticos asociados.
En una reciente entrevista con el Servicio de Noticias de la Televisión Ucraniana (TSN), Papperger confirmó que la primera planta de Rheinmetall en Ucrania ya está operativa y que se prevé la apertura de una segunda planta en un futuro cercano. Estas instalaciones están enfocadas en el mantenimiento de vehículos blindados, específicamente vehículos de combate de infantería y tanques.
Papperger tiene la intención de que, para finales de año, la planta comience a ensamblar vehículos de combate de infantería Lynx, lo que fortalecería las capacidades de combate mecanizado de Ucrania. Rheinmetall posee una participación del 51% en esta empresa conjunta, lo que refuerza su influencia en la industria de defensa ucraniana.
Rheinmetall proyecta expansión en Ucrania con nuevas instalaciones de defensa
Los planes de Rheinmetall contemplan la creación de una planta dedicada a la producción de pólvora y municiones, así como proyectos para fabricar sistemas de defensa antiaérea. De acuerdo con información de TSN, la empresa está en proceso de construcción de un total de cuatro plantas en Ucrania, lo que representa una expansión significativa que no solo refuerza las capacidades defensivas del país, sino que también solidifica el papel indirecto de Alemania en la defensa regional.
Esta situación resalta una serie de problemas subyacentes en la intersección entre la estrategia de defensa y la geopolítica. La intención de Rusia de atacar infraestructuras de defensa extranjeras en suelo ucraniano marca el comienzo de una nueva fase en la guerra, donde los activos de defensa mismos se convierten en objetivos prioritarios.
Este enfoque actúa como un aviso para otras empresas de defensa internacionales que están considerando iniciativas similares, y plantea interrogantes sobre la medida en que las entidades extranjeras están dispuestas a comprometerse con la producción de defensa en Ucrania, especialmente ante los crecientes riesgos de enfrentamientos directos con las fuerzas rusas.
La ampliación de las operaciones de Rheinmetall sugiere que Alemania está fortaleciendo sus lazos con la estrategia de defensa de Ucrania, un cambio que tiene repercusiones políticas más amplias para las políticas de defensa de la OTAN y la Unión Europea.
La integración de tecnología de defensa alemana en el territorio ucraniano probablemente agudizará las tensiones diplomáticas entre Rusia, la OTAN y los estados miembros de la UE, ya que sitúa a Alemania en un papel de apoyo cada vez más destacado hacia Ucrania.
El perfil elevado de estas instalaciones y el equipo avanzado que producen las convierten en elementos cruciales, no solo para las capacidades defensivas de Ucrania, sino también como símbolos de la participación internacional en la guerra.
En caso de que estas plantas sean atacadas, es probable que se genere una intensa cobertura mediática, lo que politizaría aún más la ayuda internacional y subrayaría los riesgos más amplios relacionados con la resiliencia de Ucrania y el respaldo estratégico de Occidente a su defensa.