Rusia revela un misil furtivo para el caza Su-57, comparable al JASSM, en medio de tensiones y sanciones.
Nuevo misil del Su-57 busca igualar capacidades del JASSM
Rusia presentó un nuevo misil de crucero diseñado para el caza furtivo Sukhoi Su-57, con características que lo posicionan como competidor directo del AGM-158 JASSM (Joint Air-to-Surface Standoff Missile) de Estados Unidos. La revelación, realizada el 27 de abril de 2025 en el sitio de pruebas Kapustin Yar, fue inspeccionada por Dmitry Medvedev, vicesecretario del Consejo de Seguridad ruso. El misil, aún sin nombre oficial ni especificaciones técnicas públicas, se destacó por su diseño de baja observabilidad, destinado a realizar ataques de precisión a largo alcance. Según fuentes rusas, su desarrollo responde a la necesidad de contrarrestar las capacidades de los sistemas de defensa aérea avanzados de Occidente, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas y sanciones internacionales. La presentación generó debates entre analistas militares sobre la viabilidad del proyecto, dado el impacto de las sanciones en la industria de defensa rusa y las demandas de la guerra en Ucrania.
El diseño del misil muestra similitudes visuales con el Kh-101, un misil de crucero ruso utilizado principalmente por bombarderos estratégicos como el Tu-95. Sin embargo, este nuevo proyectil está adaptado específicamente para el Su-57, un caza de quinta generación que busca competir con el F-35 Lightning II y el F-22 Raptor de EE. UU.. A diferencia del Kh-101, el misil del Su-57 prioriza la furtividad, con un perfil aerodinámico y un cabezal en forma de “lápiz” que recuerda al JASSM. Según un informe de @front_ukrainian en X el 27 de abril de 2025, el misil está diseñado para aeronaves tácticas, lo que sugiere una mayor flexibilidad operativa frente a los sistemas estratégicos. Aunque no se han revelado detalles sobre su alcance o carga útil, expertos especulan que podría acercarse a los 600 millas del JASSM-ER (Extended Range), la variante de mayor alcance del misil estadounidense.
El AGM-158 JASSM, desarrollado por Lockheed Martin, es un misil de crucero subsónico conocido por su baja detectabilidad y precisión quirúrgica. La versión base, AGM-158A, tiene un alcance de unas 230 millas, mientras que el JASSM-ER (AGM-158B) supera las 600 millas. Equipado con un motor turbofan y una ojiva de 1.000 libras, el JASSM puede destruir búnkeres e infraestructuras protegidas, penetrando defensas aéreas avanzadas. Su diseño furtivo lo hace ideal para ataques en entornos de alta amenaza, y es compatible con plataformas como el F-15E Strike Eagle, el B-2 Spirit y, recientemente, el F-35B tras pruebas exitosas en marzo de 2025. La integración del JASSM y su variante naval, el LRASM (Long-Range Anti-Ship Missile), en el F-35 refuerza la capacidad de EE. UU. para proyectar poder a largas distancias sin comprometer la furtividad.
La presentación del misil ruso coincide con esfuerzos de Rusia por fortalecer su arsenal frente a los avances occidentales. El Su-57, que recibió dos nuevas unidades en abril de 2025 marcadas como “25” Red (RF-81796) y “26” Red (RF-81797), es un pilar de esta estrategia. A pesar de retrasos en su producción y dudas sobre su capacidad furtiva en comparación con el F-35, el caza ruso incorpora tecnología avanzada, como maniobrabilidad supersónica y sistemas de aviónica de última generación. La incorporación del nuevo misil busca maximizar su rol en operaciones de ataque profundo, un área donde el JASSM ha establecido un estándar global. Sin embargo, analistas señalan que las sanciones internacionales han limitado el acceso de Rusia a componentes críticos, como microelectrónica avanzada, lo que podría retrasar la producción en masa del misil.

Datos clave sobre el nuevo misil del Su-57 y el JASSM
- Plataforma rusa: Diseñado para el Su-57, caza furtivo de quinta generación con capacidad para 7,4 toneladas de armamento.
- Comparación con JASSM: El AGM-158 JASSM-ER tiene un alcance de más de 600 millas; el alcance del misil ruso aún no se ha revelado.
- Furtividad: Ambos misiles priorizan baja detectabilidad para evadir radares y defensas aéreas avanzadas.
- Producción estadounidense: Lockheed Martin recibió 122,6 millones de dólares en marzo de 2025 para aumentar la producción de JASSM y LRASM.
- Contexto ruso: Las sanciones y la guerra en Ucrania desafían el desarrollo y despliegue del misil del Su-57.
Contexto tecnológico y estratégico del nuevo misil
El desarrollo del misil para el Su-57 refleja la ambición de Rusia de mantener paridad tecnológica con EE. UU. y la OTAN. Durante la Guerra Fría, aviones como el MiG-25 y el Su-27 fueron diseñados para contrarrestar a sus equivalentes estadounidenses, y el Su-57 continúa esta tradición. Sin embargo, la capacidad furtiva del Su-57 ha sido cuestionada, con expertos señalando que no alcanza los niveles del F-35 o el F-22. El nuevo misil busca compensar esta brecha, ofreciendo una herramienta para ataques de precisión sin exponer el avión a sistemas antiaéreos avanzados. La comparación con el JASSM no es casual: el misil estadounidense ha demostrado su eficacia en escenarios de combate modernos, y Rusia pretende proyectar una imagen de equivalencia tecnológica.
En el lado estadounidense, Lockheed Martin ha intensificado la producción del JASSM y el LRASM, con un contrato de 122,6 millones de dólares otorgado el 14 de marzo de 2025. Este acuerdo, que se extenderá hasta 2028, incluye la fabricación de un número no revelado de misiles, pero la Fuerza Aérea de EE. UU. solicitó 550 unidades de JASSM para el año fiscal 2025. Además, Lockheed Martin ha invertido en una nueva instalación de 22.500 pies cuadrados con tecnología robótica para optimizar la producción. La empresa también avanza en el desarrollo del JASSM-XR (Extreme Range), una variante de mayor alcance presentada en 2024, aunque sus especificaciones permanecen clasificadas para evitar que adversarios puedan identificarla en combate. Estas mejoras consolidan la ventaja de EE. UU. en el dominio de misiles furtivos.
El misil del Su-57 también tiene implicaciones geopolíticas. Rusia ha intensificado sus esfuerzos para promover el Su-57 en mercados internacionales, con ofertas a países como India e Irán. En febrero de 2025, un Su-57 visitó Irán tras un evento en India, y Rusia propuso la producción conjunta del caza con India, que evalúa tanto el Su-57E como el F-35. La exhibición del nuevo misil en el sitio de pruebas Kapustin Yar puede interpretarse como una señal de Rusia hacia la OTAN y Ucrania, mostrando su capacidad para desarrollar armamento avanzado a pesar de las sanciones. Algunos analistas comparan el misil con el Taurus alemán, con un alcance de 310 millas y capacidad para destruir búnkeres, lo que sugiere que Rusia busca una herramienta versátil para contrarrestar los sistemas suministrados por Occidente a Ucrania.
La carrera por la supremacía en misiles furtivos no se limita a Rusia y EE. UU.. Otros países, como Noruega, han avanzado en la integración de misiles como el Joint Strike Missile (JSM) en el F-35, el único en su clase que puede llevarse internamente sin comprometer la furtividad. Este misil, desarrollado por KONGberg Defence and Aerospace, refuerza las capacidades de la OTAN en entornos de alta amenaza. Mientras tanto, Rusia enfrenta el desafío de producir su nuevo misil a escala, un proceso complicado por la falta de acceso a tecnología de punta y las presiones económicas derivadas de la guerra en Ucrania. La viabilidad del proyecto dependerá de la capacidad de Rusia para superar estas limitaciones y desplegar el misil en cantidades significativas.
Evolución y desafíos de los misiles furtivos

El desarrollo de misiles furtivos como el JASSM y el nuevo proyectil del Su-57 responde a la creciente sofisticación de los sistemas de defensa aérea. En el caso de EE. UU., el JASSM ha evolucionado desde su introducción en 1998, con mejoras continuas en alcance, precisión y capacidad de supervivencia. La variante JASSM-XR, aún en desarrollo, promete superar las 600 millas del JASSM-ER, consolidando su rol como arma de ataque a larga distancia. Lockheed Martin también ha introducido el CMMT (Common Multi-Mission Truck), un misil de menor costo que complementa al JASSM para objetivos menos exigentes, mostrando un enfoque dual de alta y baja tecnología. Esta estrategia permite a EE. UU. maximizar la eficiencia operativa y presupuestaria.
Por su parte, Rusia ha invertido en misiles de crucero desde la era soviética, con el Kh-101 como un ejemplo reciente de su capacidad para producir armas de largo alcance. Sin embargo, el nuevo misil del Su-57 representa un salto cualitativo al priorizar la furtividad y la integración con un caza táctico. A diferencia del JASSM, que se beneficia de una cadena de suministro global y una industria robusta, el proyecto ruso enfrenta obstáculos significativos. Las sanciones han restringido el acceso a semiconductores y otros componentes esenciales, y la producción del propio Su-57 ha sido limitada, con solo unas pocas unidades entregadas anualmente. A pesar de estos desafíos, la presentación del misil refuerza la narrativa de Rusia como potencia militar capaz de innovar bajo presión.
El impacto del nuevo misil en el equilibrio militar global dependerá de su despliegue operativo. Mientras el JASSM ya está integrado en múltiples plataformas de la OTAN, incluyendo los F-35 de países como Países Bajos y Noruega, el misil del Su-57 aún debe demostrar su eficacia en pruebas y combates reales. La capacidad de Rusia para financiar y producir este armamento en un contexto de sanciones y conflicto prolongado será un factor determinante. Por ahora, la revelación del misil sirve como una declaración de intenciones, buscando proyectar fortaleza tecnológica y disuadir a adversarios en un entorno estratégico cada vez más competitivo.
La competencia entre el Su-57 y el F-35, y entre sus respectivos misiles, subraya la importancia de la furtividad y el alcance en la guerra moderna. Mientras EE. UU. mantiene una ventaja gracias a su infraestructura industrial y alianzas globales, Rusia apuesta por soluciones innovadoras para cerrar la brecha. El nuevo misil del Su-57, aunque prometedor, enfrenta un camino incierto hacia la producción masiva y la integración operativa, en un momento en que las capacidades militares de ambos países son puestas a prueba en múltiples frentes.