Rusia ha lanzado una nueva y audaz propuesta para consolidar los lazos de defensa, sugiriendo un acuerdo de producción con la India para construir el Su-35 Flanker-E, uno de sus aviones de combate más avanzados. Esta oferta coincide con la licitación de 114 aviones multifunción [MRFA] que busca reforzar las capacidades defensivas de la India.
India necesita tecnología avanzada y asociaciones confiables para la fabricación de equipos de defensa, y el Su-35 podría ser la solución adecuada. La oferta, de la que informan medios indios, brindaría a India la posibilidad de fabricar el Su-35 en su territorio junto con sus motores AL-41F.
El Su-35, un avión de combate multifuncional ruso, es un logro en ingeniería. Aunque deriva del Su-27 Flanker, ha sido mejorado significativamente para enfrentar los desafíos bélicos actuales. Con los motores AL-41F1S, este avión cuenta con capacidades de supercrucero y empuje vectorial, lo que lo hace altamente maniobrable en combate.
Los motores del Su-35 le permiten alcanzar velocidades de hasta Mach 2,25 y volar a una altura máxima de 59.000 pies, con un alcance superior a las 2.200 millas sin repostar. A pesar de que su sección transversal de radar es reducida para hacerlo menos visible, no llega a ser completamente sigiloso.
El radar Irbis-E, con el que está equipado, detecta objetivos hasta a 250 millas de distancia, pudiendo rastrear y atacar múltiples blancos simultáneamente. Esta capacidad es crucial para combates más allá del alcance visual, cada vez más frecuentes en conflictos actuales.
La propuesta rusa presenta ventajas estratégicas clave para la India, alineándose con su infraestructura defensiva existente. Rusia ha subrayado la compatibilidad de la línea de producción del Su-30MKI con la del Su-35, ya que la India produce el Su-30MKI bajo licencia.
India podría acelerar la producción nacional del Su-35 con mínimos ajustes
Rusia asegura que la cadena de suministro del Su-30MKI puede adaptarse al Su-35 con inversiones modestas. Este compromiso es muy atractivo para la India, porque permitiría aumentar rápidamente la producción nacional de este avión, alcanzando niveles significativos cada año sin mayores demoras.
Gracias a esta infraestructura compartida, la India podría fabricar dos dígitos del Su-35 al año, reforzando su flota de aviones de combate en poco tiempo. El Su-35 se presenta como una opción clave para el futuro de la defensa aérea india.
El acuerdo, además de reforzar las capacidades de la Fuerza Aérea india, sería un paso decisivo en las relaciones bilaterales con Rusia, proporcionando una ventaja competitiva a largo plazo en la región.
El motor AL-41F, usado en el Su-35, combina durabilidad con un alto rendimiento. Su capacidad de supercrucero permite vuelos supersónicos sostenidos sin postcombustión, lo cual es ideal para cubrir grandes distancias en el vasto paisaje de la India y sus fronteras. Las toberas de empuje vectorial mejoran su maniobrabilidad, útil en combates cercanos.
La estructura del avión está diseñada para soportar maniobras extremas sin comprometer la integridad, lo que refuerza su agilidad. El Su-35 cuenta con 12 puntos de anclaje externos, permitiendo el uso de misiles aire-aire, municiones aire-tierra y misiles antibuque, lo que aumenta su versatilidad.
También viene equipado con un avanzado sistema de guerra electrónica [EW], mejorando sus posibilidades de evadir el rastreo por radar. Esto aumenta su capacidad de supervivencia en escenarios aéreos disputados, haciendo del Su-35 una opción formidable para la India.
Rusia propone una colaboración estratégica a largo plazo con India
Con la oferta de trasladar la producción del Su-35 a la India, Rusia no busca solo un acuerdo comercial, sino una colaboración estratégica a largo plazo. Este enfoque convierte a la India en un aliado clave para Rusia en su red global de defensa, además de asegurar un cliente para su avión.
Para la India, esta propuesta representa una oportunidad de consolidar una línea de producción local de un caza probado en múltiples combates. La fabricación nacional apoyaría la iniciativa “Make in India”, reduciendo la dependencia de importaciones y fortaleciendo la autonomía en defensa.
La licitación del MRFA abre la puerta a competidores internacionales, cada uno con sus propias tecnologías y beneficios. No obstante, el Su-35 ofrece la ventaja de integrarse perfectamente con los cazas Su-30MKI ya operativos en la India, optimizando la experiencia adquirida con estas aeronaves.
Con la entrada del Su-35, otros países también compiten por asegurar la licitación del MRFA. Estados Unidos ha presentado el F-21, una versión mejorada del F-16. Lockheed Martin lo promociona como una plataforma innovadora con aviónica avanzada y un radar de última tecnología.
El F-21 también cuenta con un extenso arsenal de municiones guiadas con precisión, diseñado para competir directamente con los cazas ofrecidos por otros países. La India evaluará cuidadosamente estas opciones para determinar la mejor opción para su defensa aérea.
La avanzada tecnología del F-21 refuerza la seguridad de la India
El caza F-21 incorpora un radar de matriz activa de barrido electrónico (AESA), que mejora las capacidades de seguimiento y selección de blancos respecto a versiones anteriores. Lockheed Martin destaca las funciones versátiles del avión, permitiendo misiones de ataque terrestre, superioridad aérea y reconocimiento con igual efectividad.
La propuesta estadounidense incluye más que mejoras tecnológicas; asegura una significativa transferencia de tecnología, lo que permitiría a la India aumentar su capacidad de producción. Esto se ajusta a las metas de autosuficiencia de la India, respaldando la iniciativa “Make in India”.
Dassault Aviation y Airbus compiten con los cazas Rafale y Eurofighter Typhoon
Dassault Aviation presenta el Rafale, un caza bimotor multifunción con una reputación sólida en combates. Equipado con el radar RBE2 AESA, el Rafale es capaz de seguir varios objetivos simultáneamente y lanzar armas avanzadas, como el misil Meteor, diseñado para atacar fuera del rango visual.
La oferta francesa no solo subraya las capacidades de combate del Rafale, sino también la colaboración estratégica entre India y Francia, con una larga historia de cooperación en defensa. La posibilidad de fabricar el avión en suelo indio mejoraría la seguridad nacional del país.
En el caso del Typhoon, desarrollado por un consorcio europeo, su diseño aerodinámico y tecnología de punta destacan. Su radar CAPTOR-E AESA proporciona al piloto un conocimiento extraordinario de la situación y una capacidad para atacar a largas distancias.
El Eurofighter Typhoon es efectivo en misiones de superioridad aérea y también se adapta a ataques terrestres. La propuesta del consorcio europeo incluye una profunda transferencia tecnológica y producción local, lo que permitiría a la India fortalecer su sector defensa.
Entre las ofertas rusas y europeas, Saab presenta el Gripen E, un caza ágil con tecnología avanzada, como el radar Raven ES-05 AESA. Se destaca por su fácil mantenimiento y bajos costos operativos, haciendo viable su producción local en India.
Saab resalta la flexibilidad del Gripen E, su diseño ligero y la capacidad de modernización, lo que lo convierte en una alternativa atractiva para la Fuerza Aérea de la India, especialmente en términos de sostenibilidad y costo-efectividad.
India evalúa las propuestas bajo una visión estratégica a largo plazo
Las opciones estadounidenses y europeas no solo presentan aeronaves avanzadas, sino también oportunidades de cooperación a largo plazo con la India. Estados Unidos ofrece mayor transferencia tecnológica, mientras que las ofertas europeas aseguran asociaciones estratégicas y equipos comprobados.
Cada competidor ha adaptado su propuesta considerando la estrategia de defensa de la India y su objetivo de autosuficiencia. El resultado de esta licitación podría redefinir las alianzas geopolíticas en la región del Indopacífico.
En esta competencia clave, India deberá elegir el socio que no solo cubra sus necesidades militares inmediatas, sino que también se alinee con su visión estratégica a largo plazo.