Rusia probó con éxito su nuevo sistema de defensa aérea, el S-500, en Siria, según un informe publicado el miércoles.
Los expertos identificaron “ciertos problemas” con el equipo, pero se arreglaron rápidamente y las pruebas fueron declaradas exitosas, dijeron fuentes del Ministerio de Defensa al diario ruso Izvestia.
El teniente general Aitech Bizhev dijo a Izvestia que durante las pruebas se presta especial atención al buen funcionamiento de todos los componentes, mientras que el equipo “se prueba en duras condiciones técnicas y climáticas”.
La producción del S-500 comenzó en junio. El alcance operativo reportado del sistema es de 600 kilómetros (373 millas). Se espera que sea capaz de detectar y disparar simultáneamente hasta 10 objetivos balísticos volando a una velocidad de hasta 7 kilómetros por segundo. También será capaz de destruir las ojivas de los misiles hipersónicos.
Según él, dicho modo de funcionamiento y condiciones climáticas adversas ayudan a encontrar deficiencias, que luego se generalizan, reparan y eliminan.
Rusia dijo que no venderá los S-500 “por ninguna cantidad de dinero” en un futuro cercano, ya que están desarrollados principalmente para el ejército ruso.