Recientemente, se llevaron a cabo pruebas de misiles en Rusia, donde se lanzaron tres misiles balísticos capaces de transportar ojivas nucleares, como parte de su tríada nuclear. Estas pruebas ocurrieron con pocas horas de diferencia y fueron supervisadas por el ejército ruso, lo que resalta las capacidades estratégicas del país.
Entre los misiles evaluados se encuentra el RS-24 Yars, un misil balístico intercontinental que fue lanzado desde el cosmódromo de Plesetsk. Al mismo tiempo, el misil Sineva R-29RMU2, que también está diseñado para cargas nucleares, fue disparado desde un submarino de clase Delta IV que se encontraba en el mar de Barents. Además, desde un submarino de clase Borei situado en el mar de Ojotsk, se lanzó un misil Bulava RSM-56.
Dentro de las Fuerzas Armadas rusas, la Fuerza de Disuasión Estratégica (FDS) juega un papel crucial, ya que su objetivo es disuadir cualquier acción hostil contra Rusia y sus aliados.
Equipados para responder de manera eficaz a cualquier tipo de agresión, estos componentes utilizan diversos sistemas de armas, incluidas las nucleares. La FDS se compone de dos elementos fundamentales: la Fuerza Ofensiva Estratégica (FES) y la Fuerza de Defensa Estratégica.
Las Fuerzas Nucleares Estratégicas de Rusia y su rol en la defensa nacional
❗️☢️🇷🇺 – The Russian Defense Ministry has released additional footage of the Sineva and Yars ballistic missile launches, carried out as part of nuclear deterrence training exercises.
— 🔥🗞The Informant (@theinformant_x) October 29, 2024
The Sineva and Yars ballistic missiles are essential components of Russia’s strategic nuclear… pic.twitter.com/GJd0PjcM7J
Un componente fundamental de la estrategia militar de Rusia lo constituyen sus Fuerzas Nucleares Estratégicas (SNS), que son parte de una tríada nuclear más amplia. Esta tríada incluye las Fuerzas de Misiles Estratégicos, las fuerzas nucleares estratégicas navales y las aéreas, todas ellas desempeñando un papel esencial en la defensa del país.
Los misiles RS-24 Yars, R-29RMU2 Sineva y RSM-56 Bulava son elementos clave dentro de las capacidades nucleares de Rusia, cada uno con especificaciones técnicas y funciones operativas únicas. El RS-24 Yars, por ejemplo, está equipado con un sistema de vehículo de reentrada con objetivos independientes múltiples (MIRV), lo que le permite llevar hasta cuatro ojivas nucleares.
Su plataforma de lanzamiento móvil incrementa la maniobrabilidad del Yars, dificultando su detección. Con un sistema de propulsión a combustible sólido, este misil puede ser lanzado de manera rápida y tiene un alcance operativo de aproximadamente 12.000 kilómetros, lo que le permite alcanzar prácticamente cualquier punto del planeta.
Por otro lado, el R-29RMU2 Sineva está diseñado para ser lanzado desde submarinos de la clase Delta IV y tiene la capacidad de transportar hasta 10 ojivas nucleares. Su uso de combustible líquido no solo mejora su alcance, sino también la precisión de los ataques.
Con un rango aproximado de 11.500 kilómetros, el Sineva es capaz de atacar objetivos en todo el mundo, proporcionando así una significativa capacidad de sigilo submarino. Este misil se centra en la disuasión estratégica y en el elemento sorpresa.
De manera análoga, el RSM-56 Bulava, desarrollado para submarinos de la clase Borei, es un misil moderno que también utiliza un sistema MIRV y puede transportar hasta 10 ojivas nucleares. Al igual que el Yars, el Bulava emplea combustible sólido para su propulsión, lo que asegura su fiabilidad y rapidez en el lanzamiento.
Con un alcance operativo de alrededor de 8.000 kilómetros, el Bulava es eficaz en términos de disuasión global. Junto al Yars y al Sineva, complementa y mejora las capacidades de respuesta nuclear de Rusia ante posibles escenarios de conflicto.
Rusia realiza ejercicios nucleares y destaca tensiones internacionales
Recientemente, los medios estatales rusos difundieron una entrevista con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, quien habló sobre los ejercicios militares llevados a cabo junto al presidente Vladimir Putin. Shoigú mencionó que estas pruebas funcionaron como un ensayo para un “ataque nuclear a gran escala” en respuesta a cualquier agresión nuclear. El Kremlin confirmó que durante estos ejercicios se realizaron lanzamientos prácticos de misiles balísticos y de crucero.
En un contexto relacionado, imágenes satelitales publicadas por CNN el mes pasado mostraron que Rusia, Estados Unidos y China han estado desarrollando nuevas instalaciones en sus respectivos sitios de pruebas nucleares en los últimos años.
Además, la semana pasada, el Departamento de Energía de Estados Unidos anunció que había realizado una explosión química en su sitio de pruebas nucleares en Nevada, con el objetivo de mejorar las capacidades del país para detectar explosiones nucleares de bajo rendimiento a nivel global.
Cory Hinderstein, administrador adjunto para la defensa contra la proliferación nuclear en la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, declaró que estos experimentos son parte de los esfuerzos continuos para desarrollar nuevas tecnologías que respalden los objetivos de no proliferación nuclear de Estados Unidos.
Hinderstein destacó que estos avances contribuirían a disminuir las amenazas nucleares globales mediante la mejora de los métodos de detección de pruebas nucleares subterráneas.
Previo a una votación crucial el 25 de octubre, el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, calificó la prueba realizada en Nevada como “sin duda una señal política”.