Las Fuerzas Aeroespaciales Rusas incorporaron un lote de cazas Su-34M, porque este hecho eleva el ritmo de entregas a cantidades registradas en la época soviética.
Entregas de cazas Su-34M incrementan flota operativa rusa en 2025
Las Fuerzas Aeroespaciales Rusas recibieron un nuevo lote de cazas de ataque Su-34M fabricados por la Corporación Unida de Construcción de Aeronaves, en el marco del programa estatal de adquisiciones de defensa para 2025, lo que eleva el ritmo de entregas a cantidades no registradas desde la disolución de la Unión Soviética, según informó el ministerio de Defensa ruso.
Esta entrega, realizada en la planta de aviación Chkalov en Novosibirsk, forma parte de una serie de suministros que han incrementado la flota operativa del aparato, el cual se destina principalmente a misiones de bombardeo táctico y apoyo aéreo cercano en escenarios de conflicto.
La Corporación Unida de Construcción de Aeronaves, integrada en la estructura estatal Rostec, ha cumplido con los plazos establecidos en el contrato, y los aparatos superaron las pruebas de fábrica antes de su transferencia a las unidades militares.
Durante 2025, las Fuerzas Aeroespaciales Rusas han incorporado múltiples lotes de Su-34M, con la primera entrega registrada en abril, seguida de otras en agosto y septiembre, lo que suma al menos cuatro envíos hasta la fecha, con un total estimado de entre ocho y doce aparatos nuevos.
Aspectos clave de producción y despliegue del Su-34M
- Producción anual superó las treinta unidades en 2025, más del doble que en 2022.
- Más de 150 unidades entregadas en total a las fuerzas rusas desde 1991.
- Peso máximo al despegue de 45.100 kilogramos, 50 por ciento superior al Su-27.
- Radio de acción de hasta 4.000 kilómetros con repostaje en vuelo.
- Capacidad de carga de entre 12.000 y 14.000 kilogramos de armamento.
Características técnicas y modificaciones del caza Su-34M
De este modo, la producción anual ha superado las treinta unidades, más del doble en comparación con las cifras de 2022, cuando el ritmo se mantenía en torno a las doce aeronaves por año. La planta de Novosibirsk, responsable de la fabricación, ha ajustado sus líneas de ensamblaje para responder a la demanda creciente del Ministerio de Defensa, que prioriza la renovación de la flota de combate en medio de operaciones activas.
Así pues, el Su-34 registra la producción en cantidades superiores desde 1991, con más de 150 unidades entregadas en total a las fuerzas rusas, superior a otras clases como el Su-35 o el Su-30. El Su-34M deriva del caza de superioridad aérea Su-27 Flanker, desarrollado en la década de 1980, pero incorpora modificaciones sustanciales que lo clasifican como un bombardero táctico de peso pesado.
Con un peso máximo al despegue de 45.100 kilogramos, aproximadamente un 50 por ciento superior al del Su-27, el aparato alcanza velocidades supersónicas y opera en todas las condiciones meteorológicas, tanto de día como de noche. Sus dos motores AL-31F-M1 proporcionan un empuje que permite un radio de acción de hasta 4.000 kilómetros con repostaje en vuelo, y su cabina para dos tripulantes incluye sistemas de navegación avanzados y protección contra interferencias electrónicas.
No obstante, el diseño resalta la capacidad de carga, con doce puntos de anclaje que soportan entre 12.000 y 14.000 kilogramos de armamento, con inclusión de misiles aire-tierra, bombas guiadas y cohetes no guiados. De este modo, el Su-34M presenta versatilidad superior a bombarderos anteriores como el Su-24, al integrar radares de búsqueda activa y sistemas de guerra electrónica que permiten detectar y neutralizar amenazas múltiples de manera simultánea.
Despliegue en operaciones y mejoras en la variante Su-34M
En el teatro de operaciones ucraniano, las Fuerzas Aeroespaciales Rusas han desplegado el Su-34M para misiones de apoyo aéreo, donde el aparato realiza bombardeos intensivos contra posiciones enemigas. Los pilotos rusos han utilizado bombas de planeo FAB-3000 de 3.000 kilogramos, equipadas con kits de guiado UMPK, que extienden el alcance hasta 160 kilómetros y permiten ataques de precisión desde distancias seguras.
Además, el Su-34M incorpora ojivas termobáricas en sus municiones, diseñadas para generar explosiones de alta temperatura en áreas confinadas, y una variedad de misiles aire-tierra como el Kh-29 o el Kh-31 para neutralizar objetivos blindados y de infraestructura. Las unidades operativas han registrado cientos de salidas desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, con énfasis en el apoyo a las tropas terrestres en las regiones de Donetsk y Luhansk, donde el aparato ha presentado su capacidad para operar bajo fuego antiaéreo enemigo.
Por tanto, el ministerio de Defensa ruso ha priorizado la asignación de estos cazas a regimientos en el Distrito Militar Sur, donde se integran con drones de reconocimiento para optimizar la selección de objetivos. La variante Su-34M, introducida en producción en 2020, incluye mejoras en los sistemas de avónica y radar que elevan sus prestaciones en combate aéreo, porque permiten el empleo de misiles aire-aire de largo alcance como el R-77-1.
Esta actualización responde a las necesidades de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, que han expandido el rol del aparato más allá del bombardeo táctico para incluir patrullas de superioridad aérea en zonas disputadas. En paralelo, el Su-34M forma parte del componente aéreo de la tríada nuclear rusa, con capacidad para transportar misiles crucero de largo alcance como el Kh-55 o el Kh-101, equipados con ojivas convencionales o nucleares.
Producción, contratos y ajustes operativos del Su-34M
Los ejercicios militares han registrado que el aparato puede alcanzar objetivos en toda Europa y en amplias regiones de América del Norte, gracias a su autonomía extendida y a la integración con sistemas de repostaje aéreo como el Il-78. Así, el ministerio de Defensa ha incorporado protocolos específicos para misiones nucleares en los regimientos equipados con Su-34M, que operan desde bases en el Distrito Militar Central y Occidental.
La Corporación Unida de Construcción de Aeronaves, bajo la supervisión de Rostec, coordina la cadena de suministro para el Su-34M, que involucra a proveedores como la Fábrica de Motores de Ufa para los propulsores y la Corporación de Sistemas Tácticos para los componentes electrónicos. El contrato estatal de adquisiciones, firmado en 2020 por un valor estimado de 1.000 millones de rublos por unidad, abarca la entrega de al menos 76 aparatos adicionales hasta 2027, aunque las tasas actuales sugieren un cumplimiento acelerado.
De esta forma, las Fuerzas Aeroespaciales Rusas mantienen su capacidad industrial intacta, a pesar de las sanciones internacionales impuestas desde 2022, mediante la sustitución de importaciones y el aumento de la producción nacional de componentes clave. Los pilotos asignados a los nuevos lotes han completado entrenamientos en el Centro de Instrucción de Lipetsk, donde se familiarizan con las actualizaciones del Su-34M, con inclusión de interfaces digitales para el manejo de armamento guiado.
El despliegue del Su-34M en operaciones reales ha generado datos operativos que sirven para iteraciones futuras, como la integración de contenedores de guerra electrónica L-175V Khibiny para contrarrestar radares enemigos. En el contexto ucraniano, las pérdidas registradas —al menos 25 aparatos derribados por defensas antiaéreas ucranianas desde 2022— han impulsado ajustes tácticos, como el uso de altitudes medias y lanzamientos a distancia para minimizar riesgos.
Sin embargo, el ministerio de Defensa ruso reporta una tasa de disponibilidad superior al 80 por ciento en la flota, gracias a programas de mantenimiento acelerados en bases como Morozovsk y Baltimore. Por último, la exportación limitada del Su-34, con entregas a Argelia en 2016 por 14 unidades., aunque documentos filtrados indican posibles ventas futuras a Irán de variantes similares.