El avión no tripulado ruso S-70, también conocido como Okhotnik-B, es un avión no tripulado ruso actualmente en desarrollo diseñado para complementar el caza ruso de quinta generación Su-57. En lo que se considera un hito en su desarrollo, el S-70 ha completado con éxito sus primeras pruebas de ataque de precisión. Sin embargo, la mayor parte de lo que sabemos sobre este avanzado avión no tripulado se basa en la información que la industria de defensa rusa deja escapar, y, por lo tanto, debe tomarse con un montón de sal.
Las últimas pruebas del S-70 Okhotnik-B
El 28 de mayo, los medios de comunicación estatales rusos informaron de que el Okhotnik-B había completado una serie de pruebas de ataque de precisión sobre objetivos terrestres. En consonancia con su desarrollo paralelo con el caza polivalente Su-57 Felon, en las recientes pruebas del S-70 el dron empleó misiles utilizados por el Su-57 en sus ataques de prueba. La fuente de la industria de defensa rusa, que habló con los medios de comunicación estatales rusos, afirmó además que el dron ya había demostrado su capacidad de lanzar bombas no guiadas, lo que fue confirmado posteriormente por un vídeo publicado por el Ministerio de Defensa ruso. Según esta lectura de los medios estatales, el S-70 golpeó con éxito una variedad de objetivos en diferentes condiciones meteorológicas y horas del día, algunos de los cuales eran “pequeños y estaban camuflados”.
¿Qué es el S-70 Okhotnik-B?
El avión no tripulado S-70 de Rusia es el avión no tripulado más avanzado que está desarrollando actualmente la industria de defensa rusa y, por consiguiente, se dispone de pocos detalles sobre las capacidades exactas de este avión no tripulado avanzado. Impulsado por un motor Saturn Al-41F1, el Okhotnik-B puede alcanzar una velocidad máxima de 1.000 kilómetros por hora. El Okhotnik-B también está equipado con una bahía de armas interna, que sirve a las capacidades previstas del S-70 como dron furtivo.
El S-70 comparte este motor con su primo, el Su-57, que también está siendo desarrollado por la oficina de diseño rusa Sukhoi. El desarrollo del Okhotnik-B está estrechamente relacionado con el del Felon; el S-70 está diseñado para actuar como el llamado “fiel compañero” del Su-57. Esta disposición permitiría al ordenador de a bordo del Su-57 coordinar la actividad autónoma de varios S-70 en combate. Es posible que esta relación no sea específica de los dos aviones, ya que el nuevo proyecto 23900 de la clase de buques de asalto anfibio Ivan Rogov también está diseñado para operar en tándem con cuatro Okhotnik-B. Sin embargo, es probable que los Su-57 rusos no dispongan de las capacidades informáticas necesarias para gestionar esa relación de “fiel compañero”.
Los ingenieros rusos esperan que el sigilo del avión se combine con su capacidad de ataque de precisión
Uno de los mayores desafíos técnicos en el desarrollo del S-70 ha sido hacer que el avión no tripulado sea totalmente sigiloso. Para empezar, la configuración original del motor del avión no tripulado sin cubierta probablemente habría impedido que siguiera siendo sigiloso. Sin embargo, la última versión del dron, que se presentó en la Asociación de Producción de Aeronaves de Novosibirsk en diciembre de 2021, introdujo muchos cambios en el Okhotnik-B para promover sus capacidades de sigilo, en particular una nueva boquilla para el escape trasero del dron, diseñada teniendo en cuenta el sigilo. Otros elementos externos del S-70, como las tomas de aire, las rejillas de escape y las antenas, se eliminaron o se modificaron de otro modo para racionalizar aún más el Okhotnik-B.
El S-70 Okhotnik-B ha estado en desarrollo durante algún tiempo
El contrato para desarrollar y construir un “dron de ataque pesado” para las fuerzas armadas rusas fue firmado por primera vez por Sukhoi y el gobierno ruso en 2011. Sin embargo, no sería hasta 2019 cuando el dron tendría su primer vuelo.
En un informe dirigido al presidente ruso Vladimir Putin, Yuri Slyusar, el jefe de la Corporación Unida de Aeronaves de Rusia (propietaria de Sukhoi), afirmó que el S-70 vería sus primeras entregas a las Fuerzas Armadas rusas en la primera mitad de 2024. A pesar de esta estimación optimista, no hay motivos para creer que el desarrollo del Okhotnik-B vaya a ser más rápido en el futuro de lo que fue en sus fases preliminares de desarrollo.
Otro posible obstáculo para el S-70, al igual que para cualquier otro proyecto ruso avanzado, es la probabilidad de que el Okhotnik-B se enfrente a los sobrecargados procesos rusos de I+D y adquisición. Estos problemas se verán agravados por las sanciones occidentales impuestas a Rusia, que prohíben la importación rusa de ciertas tecnologías militares y de doble uso, y que ya han empezado a hacer mella.
El S-70 Okhotnik ruso es sin duda uno de los aviones no tripulados más avanzados de Rusia, pero aún quedan años y muchos obstáculos antes de que pueda llegar a funcionar de forma significativa.
Aun así, es importante señalar que el ritmo constante al que se ha desarrollado el dron podría indicar que el Kremlin o el ejército ruso han convertido el desarrollo del S-70 en una prioridad.