El vehículo aéreo no tripulado de combate (UCAV por sus siglas en inglés) S-70/Hunter-B Sukhoi de Rusia despegó por primera vez el 25 de mayo, cuando realizó su primer vuelo desde el aeródromo de la fábrica de la Asociación de Fabricación de Aeronaves de Novosibirsk (NAPO).
Las agencias de noticias locales informaron que aunque el vuelo fue corto, permitió a la división NPO de United Aircraft Corporation declarar que habían comenzado a realizar pruebas de vuelo con este tipo de aeronaves. Anteriormente, en mayo, durante la visita del presidente Vladimir Putin a Akhtubinsk, en el sur de Rusia, en el Centro Estatal de Pruebas de Vuelo Valery Chkalov (GLITS), el S-70 apareció en la línea fija junto con otros aviones.
Según la presentación oficial del cliente en ARMI-2017, la lista de programas de I+D (investigación y desarrollo) para UCAV incluye a: Korsar, Inokhodets/Orion, Alti-O además del S-70. Este último parece ser el mayor de todos los vehículos aéreos no tripulados financiados por el Ministerio de Defensa ruso y que se encuentran en las últimas etapas de desarrollo.
Según imágenes publicadas en Internet en enero, el S-70 mide entre 2.8 y 3 metros de altura (9.2 y 9.8 pies) y entre 13 y 14 metros de largo (42.7 y 45.9 pies). Además, las imágenes de satélite tomadas durante la visita de Putin a GLIT también muestran que el S-70 es un diseño de ala voladora con una superficie de unos 100 metros cuadrados.
El inicio de las pruebas de vuelo del avión S-70 coincidió con la hipótesis sobre el futuro de la NAPO después de que los medios de comunicación informaran de que la producción de los cazas Su-34 podría llegar a su fin. El 22 de mayo, el jefe de la administración de Novosibirsk, Alexander Serov, confirmó en una reunión de la municipalidad de Novosibirsk que desde 2006, cuando este tipo de producto entró en producción en masa, había hecho una contribución significativa a la aplicación del programa de producción de la NAPO, aunque admitió que la reducción de la orden de defensa se había esperado y discutido abiertamente durante algún tiempo.
Sugirió además la “optimización” de los recursos laborales en este y otros lugares de producción de la ciudad, pero añadió que la terminación del Su-34 en Novosibirsk “no está en duda. Ni la transferencia de la producción del Su-34 ni el cierre de la refinería de Novosibirsk están en la agenda”, dijo.
Tras la finalización de siete prototipos y aviones de pre-producción a principios de siglo, en 2008 la planta obtuvo un contrato con el Ministerio de Defensa ruso para un lote inicial de producción de 32 cazas Su-34 fabricados en serie. Cuatro años más tarde se firmó un segundo contrato para 92, parte de un requisito de 150-200 cazas Su-34 para reemplazar todos los Su-24 envejecidos para 2020. Oficialmente, el Su-34 fue aceptado en servicio en marzo de 2014, y aunque de 2014 a 2017, la NAPO trabajó hasta alcanzar una capacidad de producción de 16 a 18 Su-34 al año, en 2018 esta se redujo a solo 12.
A partir del último envío de 2018, el número de aeronaves completadas en virtud del pedido de 2012 ascendía a 80, y en virtud de todos los demás contratos a 123. No se han realizado pedidos de exportación de este tipo, por lo que la NAPO puede transferir parcial o totalmente a la producción del S-70 si así lo ordena el Ministerio de Defensa. Se cree que los costes de fabricación del Okhotnik-B serían similares a los del Su-34.