El 58.º Ala de Operaciones Especiales incorporó el último MC-130J, culminando una producción de 14 años. La aeronave reforzará misiones de entrenamiento y operaciones especiales.
Última entrega del MC-130J Commando II marca fin de producción
El 58.º Ala de Operaciones Especiales del Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos recibió el último MC-130J Commando II el 14 de enero de 2025. Este avión, con número de cola 22-5994, es el final de una producción que duró 14 años y fue aceptado en servicio en diciembre de 2024, según Aviation Week.
En el comunicado de prensa oficial, se detalló que, tras la entrega, la Unidad de Mantenimiento de Aeronaves 415 de la base pasa aproximadamente dos semanas inspeccionando la aeronave y generando formularios de mantenimiento. Además, se mencionó que un MC-130J del 58th Special Operations Wing acumula, en promedio, 200 horas de vuelo anuales durante operaciones de entrenamiento. «Cada vuelo de entrenamiento requiere al menos 40 horas-hombre de mantenimiento para garantizar que la aeronave sea segura y efectiva», afirmó el sargento mayor Brent Ogle, superintendente de producción de la 415th AMU.
Datos clave sobre el MC-130J Commando II
- El MC-130J voló por primera vez en 2011 y ha reemplazado a modelos como el MC-130H, MC-130E y MC-130P.
- La Fuerza Aérea de EE. UU. opera actualmente 57 ejemplares, aunque se han entregado 64 unidades en total.
- El avión es utilizado para infiltración, exfiltración y reabastecimiento de fuerzas de operaciones especiales.
- El modelo 22-5994 es el 64.º entregado y el 134.º C-130J de misión especial, incluyendo variantes como el AC-130J y HC-130J.
Configuración y capacidades avanzadas del MC-130J
Los aviones son ensamblados en la Planta 6 de la Fuerza Aérea, ubicada en la Base de la Reserva Aérea Dobbins, Georgia, y luego enviados a la Instalación de Integración de Desarrollo Rápido en la Base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson, Ohio, para la configuración final de la misión. Según la hoja informativa de la Fuerza Aérea, el MC-130J cuenta con una estación de vuelo avanzada, aviónica y navegación digital totalmente integradas, así como motores turbohélice Rolls-Royce AE 2100D3 con hélices de seis palas.
El 193.° Ala de Operaciones Especiales de la Guardia Nacional Aérea de Pensilvania es la única unidad de la Guardia Nacional que opera el Commando II. Esta unidad asumió la misión MC-130J tras retirar su último avión EC-130J Commando Solo III el año pasado. Sin embargo, la hoja informativa no refleja esta unidad en sus cifras.
Mejoras futuras y participación en misiones clave
Con las entregas completadas, la Fuerza Aérea y el USSOCOM están trabajando en mejoras para el MC-130J, como la integración del radar AN/APQ-187 Silent Knight de Raytheon, nuevos sistemas de comunicación y mejoras en las contramedidas por radiofrecuencia. Estas actualizaciones buscan potenciar las capacidades del avión en misiones críticas.
El MC-130J ha participado en operaciones clave, como la lucha contra el Estado Islámico en Oriente Medio y en misiones de disuasión contra China en el Pacífico. Además, se ha considerado su conversión en aviones anfibios, aunque este proyecto está en pausa.
Base Kirtland: centro de operaciones y entrenamiento
La Base de la Fuerza Aérea Kirtland, ubicada cerca de Albuquerque, Nuevo México, alberga varios escuadrones operativos y de entrenamiento. Entre las aeronaves que operan se encuentran el MC-130J Commando II, el HC-130J Combat King II, el HH-60G Pave Hawk y el CV-22B Osprey. La base también es sede del Centro de Armas Nucleares de la Fuerza Aérea y otras entidades clave.
El 415.º Escuadrón de Operaciones Especiales, que recibió el primer MC-130J en 2011, opera ahora ocho de estos aviones junto con sus HC-130J Combat King II. Este escuadrón sirve como la escuela de operaciones especiales del C-130 de la Fuerza Aérea de EE. UU.
Historia y producción en la Planta 6 de Lockheed Martin
La Planta 6 de la Fuerza Aérea, ubicada en la Base de la Reserva Aérea Dobbins, Georgia, es donde Lockheed Martin ensambla los C-130. Esta instalación ha producido históricamente aviones como los B-47 StratoCazas, C-141 Starlifters, C-5 Galaxies y F-22 Raptors. Durante la Segunda Guerra Mundial, la fábrica, operada entonces por Bell Aircraft, produjo los bombarderos B-29 Superfortress.
En el mismo aeródromo, el 94º Ala de Transporte Aéreo de la Reserva de la Fuerza Aérea opera el C-130H Hércules, mientras que la Guardia Nacional de Georgia vuela aviones UH-60 Black Hawks y UH-72 Lakotas.