El Ministerio de Defensa de Israel anunció el lunes que se anticipa que el sistema de interceptación láser de alta potencia, conocido como Iron Beam, esté operativo el próximo año.
Durante la firma de un contrato de 2.000 millones de NIS (535 millones de dólares) con los fabricantes Rafael y Elbit, Eyal Zamir, director general del ministerio, declaró: “Se espera que el primer sistema láser terrestre entre en servicio operativo dentro de un año”.
Este acuerdo entre el Ministerio de Defensa y las empresas contratistas permitirá “aumentar significativamente” el ritmo de producción “con el fin de suministrar los sistemas láser a tiempo y a un ritmo elevado”, según lo comunicado.
El sistema Iron Beam no está diseñado para sustituir a la Cúpula de Hierro ni a otros mecanismos de defensa aérea de Israel; su función es complementarlos. Se encargará de interceptar proyectiles más pequeños, mientras que los más grandes serán manejados por baterías más robustas basadas en misiles, como los sistemas Honda de David y Arrow.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa, la disponibilidad de una fuente de energía constante para el láser elimina el riesgo de que este se quede sin munición. Los funcionarios lo consideran un potencial “cambio de juego” en la lucha contra los ataques con proyectiles.
El Ministerio ha destacado que este sistema es una “herramienta eficaz, precisa y fácil de utilizar, significativamente más barata que cualquier otro medio de protección existente” frente a las amenazas que enfrenta Israel.
Más de 26.000 cohetes y misiles lanzados contra Israel desde el 7 de octubre
Desde el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre del año pasado, tras la invasión y masacre perpetradas por Hamás, más de 26.000 cohetes, misiles y drones han sido lanzados hacia Israel desde diversos frentes.
Estas cifras incluyen 13.200 proyectiles disparados desde Gaza (de los cuales al menos 5.000 se lanzaron solo el 7 de octubre), 12.400 desde el Líbano, aproximadamente 60 desde Siria, 180 desde Yemen y 400 desde Irán durante sus dos ataques directos a Israel, ocurridos el 13 de abril y el 1 de octubre.
La mayoría de los cohetes dirigidos a Israel han sido interceptados por el sistema Cúpula de Hierro o han impactado en áreas deshabitadas. Según el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, un centro de estudios en Tel Aviv, el costo de cada misil interceptor oscila entre 40.000 y 50.000 dólares.
En contraste, el sistema Iron Beam tiene la capacidad de interceptar cohetes a un costo significativamente menor. Sin embargo, su principal desventaja radica en que no opera de manera efectiva en condiciones de baja visibilidad, incluidas las inclemencias climáticas, como nubes densas.
Para abordar esta limitación, el Ministerio de Defensa planea instalar el sistema en aviones, lo que permitiría operarlo por encima de las nubes. No obstante, funcionarios del Ministerio han señalado que este desarrollo llevará aún varios años.
Lockheed Martin colabora en el desarrollo del sistema Iron Beam
En 2022, la empresa de defensa estadounidense Lockheed Martin formalizó un acuerdo con Rafael para participar en el proceso de desarrollo del sistema Iron Beam, con la intención de fabricar una variante adaptada para el mercado estadounidense.
Originalmente, Israel tenía previsto desplegar el sistema antimisiles en los primeros meses de 2024; sin embargo, la reciente declaración del Ministerio de Defensa sugiere que la implementación operativa del Iron Beam no ocurrirá hasta la segunda mitad de 2025, como mínimo.