Una fotografía filtrada recientemente muestra un caza ruso Sukhoi Su-57 Felon equipado con un dron S-71 lanzado desde el aire bajo sus alas, lo que podría indicar que este innovador armamento lleve al Su-57 al combate directo en Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso ha autorizado a Sukhoi, parte de United Aircraft Corporation, a comenzar la producción del dron S-71. Esta decisión, según fuentes citadas por Aviation Week, surge de las lecciones obtenidas durante la guerra actual en Ucrania, con el objetivo de mejorar las capacidades en el campo de batalla.
El S-71, un dron con misiles de crucero, ha sido desarrollado para incrementar las capacidades de combate de los cazas Su-34 Fullback y Su-57 Felon. Este avance sugiere que, en un futuro cercano, el Kremlin podría verse en la necesidad de desplegar el Su-57 en operaciones directas, aun si no fuera su intención original.
En comparación con el Su-35, el Su-34 es más vulnerable a las defensas aéreas ucranianas. Si las afirmaciones de expertos rusos son precisas y el Su-57 supera al Su-35 en términos de evasión de los sistemas antiaéreos ucranianos, la opción lógica sería utilizar este avión en la guerra.
Sin embargo, surge la interrogante sobre cómo afectará al sigilo del Su-57 si el dron S-71 se despliega desde Ucrania. Esta cuestión se puede abordar analizando las dos variantes del dron. Según informes rusos, la versión S-71 se lanza desde las alas de los Su-57 y Su-34, mientras que la S-71M está diseñada exclusivamente para el compartimento de armas interno del Su-57.
El S-71, optimizado para la evasión radar, cuenta con un fuselaje trapezoidal, alas plegables y una cola en V invertida, siguiendo el diseño de misiles de crucero modernos. Este UAV está impulsado por un pequeño motor de turbofán TRDD-50, similar al que utilizan los misiles Kh-59M y Kh-101, alcanzando velocidades de Mach 0,6 y una altitud máxima de 8.000 metros.
El diseño del S-71 se centra en extender su alcance operativo y reducir su detectabilidad por radar, lo cual es crucial frente a la amenaza que representan las defensas aéreas ucranianas. Los ingenieros han priorizado un diseño sencillo, en lugar de uno multitarea, para facilitar su producción en masa.
El S-71 comparte muchas características con el misil Kh-59M, incluyendo el motor y componentes electrónicos. Basándose en esta similitud, se estima que la producción de una cantidad mínima de estos UAV podría llevar entre 18 y 24 meses.
El Su-57, que ya se encuentra en producción en serie, es crucial para la industria armamentística rusa. Un fallo en este avión no solo afectaría a la aeronave, sino que también supondría un golpe al motor económico de Rusia.
El Su-57 enfrentará desafíos significativos al enfrentarse a avanzados sistemas de defensa aérea occidentales como Patriot, NASAMS e IRIS-T, que pondrán a prueba sus capacidades de sigilo. Si es detectado fácilmente, la tecnología de sigilo rusa podría ser puesta en entredicho.
El motor Izdeliye 30, un componente clave, es promocionado por Rusia como una de las características distintivas del Su-57, clasificándolo como un caza de quinta generación. Cualquier problema, especialmente en maniobras evasivas, socavaría esta afirmación.
Además, los sistemas de guerra electrónica integrados en el Su-57 serán sometidos a prueba. Aunque los ingenieros rusos han demostrado su capacidad para derribar drones ucranianos utilizando guerra electrónica, la efectividad de estos sistemas cuando se integran en la aeronave está por verificarse.
Por otro lado, si el Su-57 entra en combate en Ucrania armado con el S-71, la aviación rusa podría obtener varias ventajas. El dron S-71 podría servir como un explorador avanzado, proporcionando al Su-57 información en tiempo real sobre las posiciones enemigas, radares y otros objetivos clave, permitiendo al caza mantenerse a una distancia segura mientras obtiene inteligencia valiosa.
Además, el S-71 podría actuar como un señuelo, desviando la atención de los radares enemigos y el fuego antiaéreo del Su-57. Al simular la firma de radar de un avión más grande, podría confundir a los sistemas de defensa enemigos, haciendo que malgasten recursos y revelen sus posiciones, creando oportunidades para que el Su-57 cumpla con sus objetivos de misión.
El lanzamiento del dron a Mach 0,6 y 8.000 metros de altitud asegura un alto grado de sigilo. La baja velocidad y gran altitud dificultan su detección y ataque por parte de los radares y misiles enemigos, aumentando la supervivencia tanto del UAV como del Su-57 en operaciones encubiertas en espacio aéreo disputado.
El UAV también podría incluir capacidades de guerra electrónica, interfiriendo con los radares y comunicaciones enemigas, degradando su capacidad de mando y control. Esto generaría un entorno más favorable para el Su-57, que podría atacar con menor riesgo de contraataque.
Finalmente, el UAV tiene el potencial de realizar ataques de precisión, eliminando defensas aéreas enemigas, centros de mando y líneas de suministro. Esto permitiría al Su-57 conservar sus propias municiones y centrarse en objetivos más críticos o fuertemente defendidos.