El Su-75 Checkmate es uno de los proyectos más ambiciosos de la industria de defensa rusa, aunque su futuro está plagado de incertidumbres. Mientras Moscú se enfrenta a la situación bélica en Ucrania, sus industrias de defensa y aeroespacial continúan desarrollando nuevos proyectos.
Este caza de combate, el Su-75 Checkmate, destaca entre los más recientes desarrollos rusos. Sin embargo, aún es pronto para determinar si cumplirá con las expectativas que Moscú ha planteado. Uno de los principales interrogantes es si este avión realmente podrá ser un caza furtivo, una característica esencial para la competitividad de los futuros aviones de combate.
Hasta ahora, las declaraciones del fabricante, Rostec, y del Ministerio de Defensa ruso sobre las capacidades del Su-75 han sido ambiguas. En ocasiones, funcionarios rusos han insinuado que el avión podría operar fuera del alcance de las defensas aéreas enemigas, lo que sugeriría una falta de capacidades de sigilo, mientras que otros insisten en que el Su-75 Checkmate sí será sigiloso.
El desarrollo del Su-75 Checkmate parece estar enfrentando serios desafíos, principalmente relacionados con los altos costos y la falta de financiamiento. Aunque Rostec anunció en noviembre que la producción del avión comenzaría pronto, la guerra en Ucrania ha desviado la atención y los recursos de Moscú, y los costos asociados con el proyecto continúan aumentando.
Presentado en 2021 durante una exhibición aérea, el Kremlin ha buscado socios internacionales, como los Emiratos Árabes Unidos y la India, para unirse al programa, pero hasta ahora no ha tenido éxito en conseguir apoyo significativo.
Entre 2014 y 2018, Rusia fue el segundo mayor exportador de sistemas de armas a nivel mundial, solo detrás de Estados Unidos. Sin embargo, hoy en día, Rusia ha caído al tercer lugar, superada por una Francia que ha mostrado una mayor apertura en el mercado internacional. La guerra en Ucrania ha afectado seriamente la imagen de Rusia en este sector, aunque el Kremlin mantiene la esperanza de que la situación mejore y el Su-75 pueda ser vendido en el extranjero.
Rusia es conocida por sus ambiciosas promesas en proyectos de defensa, pero con frecuencia estos proyectos no alcanzan los resultados esperados. Ejemplos recientes incluyen el tanque T-14 Armata, el caza Su-57 Felon y el misil hipersónico Kh-47M Kinzhal.
El T-14 Armata, tras años de desarrollo, aún no ha sido utilizado en combate en Ucrania debido a sus continuas fallas y problemas de rendimiento. Por su parte, el Su-57 Felon, diseñado como un caza furtivo de quinta generación, sigue siendo una incógnita, ya que las Fuerzas Aeroespaciales rusas cuentan con muy pocos de estos aviones, la mayoría de los cuales son prototipos.
Al igual que el T-14 Armata, el Su-57 Felon no ha sido desplegado en Ucrania, y el misil Kh-47M, que se suponía hipersónico, ha sido interceptado en numerosas ocasiones por las defensas aéreas ucranianas.
El Su-75 Checkmate todavía está a años de su posible entrada en servicio, y si la historia reciente sirve de referencia, es probable que este proyecto tampoco cumpla con las grandiosas promesas del Kremlin.