El T-7 Red Hawk, nuevo avión de entrenamiento de las Fuerzas Aéreas, ejecutó su primer vuelo el pasado miércoles en San Luis, Misuri, iniciando la fase final de su desarrollo previo a la producción.
El ascenso del T-7 Red Hawk: sustituto del T-38 Talon
Con su lanzamiento, el Red Hawk se posiciona para reemplazar al T-38 Talon, que ha estado en servicio durante seis décadas, y servirá como la principal plataforma para el entrenamiento de pilotos estadounidenses y otros aliados para manejar cazas y bombarderos.
El vuelo inaugural duró una hora, despegando desde el Aeropuerto Internacional Lambert en San Luis. Durante el trayecto, el mayor Bryce Turner, junto a Steve Schmidt, probó la maniobrabilidad del avión y evaluó sistemas secundarios como la alimentación auxiliar.
Ambos pilotos experimentaron las fuerzas g positivas y negativas del avión, similares a las que un piloto experimentaría durante maniobras aéreas avanzadas, y practicaron en altitudes elevadas.
T-7 Red Hawk: un salto cuantitativo en la formación de pilotos
El T-7 Red Hawk, como primer avión de entrenamiento de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos diseñado en el siglo XXI, incorpora una cabina digital, simuladores realistas y software actualizable para enfrentar las amenazas del mundo moderno.
El fuselaje que surcó los cielos en el primer vuelo es uno de cinco prototipos que se entregarán a la Fuerza Aérea antes de recibir reactores completamente finalizados. La Fuerza Aérea tiene planes para adquirir 351 Red Hawks a partir de diciembre de 2025, en virtud de un contrato valorado en $ 9.2 mil millones firmado en 2018.
Los desafíos en el camino del T-7 Red Hawk
La producción del T-7 Red Hawk se ha retrasado debido a problemas con el sistema de escape y el asiento eyectable. Como resultado, los aviones operativos podrían comenzar a ser construidos en 2025, con una demora de dos años respecto a lo originalmente previsto.
Parte de estos desafíos se originan en el intento de hacer que el avión sea accesible a pilotos de todas las razas y géneros, lo que ha obligado a rediseñar aspectos del fuselaje originalmente concebidos para hombres.
Avanzando hacia la igualdad: el T-7 Red Hawk accesible para todos
Los esfuerzos por rediseñar el fuselaje se han centrado en garantizar que pilotos con cuerpos de diferentes tamaños y formas puedan operar y eyectarse de manera segura. Pruebas recientes han demostrado que los pilotos del T-7 podrían enfrentar riesgos significativos sin estas modificaciones.
En respuesta a estos hallazgos, se llevaron a cabo nuevas pruebas para evaluar las modificaciones necesarias en el diseño del T-7 Red Hawk. Estos esfuerzos han conllevado la implementación de mejoras en el asiento eyectable y en el espacio de la cabina, con el objetivo de adaptarse a un rango más amplio de tamaños corporales.
La primera etapa de estas pruebas se centró en el asiento eyectable y en garantizar su seguridad y funcionalidad para pilotos más pequeños. Las modificaciones incluyeron la adaptación de los arneses, cinturones de seguridad y otros componentes para garantizar una eyectación segura y efectiva. Los resultados preliminares de estas pruebas han sido prometedores, aunque se necesita realizar análisis adicionales para verificar su efectividad en una variedad de situaciones de emergencia.
La segunda etapa de las pruebas se ha centrado en adaptar el espacio de la cabina para alojar cómodamente a pilotos de diferentes tamaños. Esto ha incluido ajustes en la disposición de los controles, la visibilidad y el espacio para las piernas. Aunque esta tarea es compleja, los ingenieros del proyecto se muestran optimistas sobre la posibilidad de hacer que el T-7 Red Hawk sea más accesible para todos los pilotos.