El arsenal ruso en Ucrania ha sufrido significativas pérdidas, con evidencia de que dos tercios de sus tanques ya no están en servicio activo.
Moscú enfrenta desgaste en vehículos blindados
Desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, los carros de combate rusos han enfrentado serias adversidades. Las imágenes circulando globalmente muestran vehículos dañados, sugiriendo una rápida reducción en la flota rusa.
Ucrania, potenciada por avanzadas armas suministradas por Estados Unidos y otros aliados de la OTAN, ha infligido considerables pérdidas en la flota de tanques rusa.
Oryx, una plataforma de inteligencia de código abierto, indica que Rusia podría haber perdido dos tercios de sus tanques desde que comenzó la invasión. De los 3,000 tanques desplegados, posiblemente solo 1,000 continúan activos.
Recurso a modelos antiguos y problemas logísticos
Rusia desplegó inicialmente modelos avanzados de tanques, pero con el tiempo recurrió a modelos soviéticos más antiguos, como los T-62, T-54 y T-55.
Estos tanques, independientemente de su antigüedad, han sufrido en el conflicto. Soldados rusos a menudo son enviados mal equipados, sin la capacitación necesaria para operar y mantener sus vehículos.
Además, problemas como la falta de combustible llevaron a las tropas a abandonar tanques, que posteriormente fueron capturados.
Destacado: Destrucción de un MBT T-80 ruso
Recientemente, un video mostró la destrucción de un tanque T-80 cerca de Vodyane, en Donetsk. A pesar de las afirmaciones rusas sobre la robustez del T-80, este vehículo ha tenido numerosos contratiempos en el conflicto.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Londres estimó que más del 65% del inventario de T-80 ha sido destruido en poco más de un año. Este tanque, aunque ligero y móvil, carece de la robustez de modelos más pesados como el Abrams estadounidense.
Desde el inicio de la invasión, han surgido múltiples videos que muestran la destrucción de tanques T-80, y la tendencia sugiere desafíos continuos para estos y otros modelos rusos.