El Tempest podría ser un avión de combate realmente peligroso, pero los costes podrían jugar un papel importante si alguna vez vuela: Mientras la mayoría de los ejércitos que han comprado el avión de combate furtivo F-35 Joint Strike Fighter están integrando poco a poco los cazas furtivos en sus flotas aéreas, los países ya han empezado a trabajar en aviones de sexta generación.
El Reino Unido ha empezado fuerte con el Tempest.
El avión de combate Tempest: Lo que sabemos
Según la Real Fuerza Aérea, el caza Tempest será el avión de combate de próxima generación del Reino Unido, capaz de operar a la vanguardia de la innovación tecnológica para asegurar el lugar del ejército británico como actor principal en la aviación de combate.
En cuanto al fuselaje, el Tempest aporta cuatro características principales.
Un diseño de supervivencia equilibrado que permitirá al caza de sexta generación obtener una imagen del campo de batalla permaneciendo oculto a las amenazas terrestres y aéreas y transportando una importante carga útil.
Un sistema de control de vuelo de última generación que incluye sistemas flexibles, basados en software, que permitirán cambios fáciles y rápidos en la capacidad para reflejar y satisfacer las necesidades de cualquier operador.
Una arquitectura física adaptable que se adaptará a una amplia gama de misiones e incluirá software y hardware versátil y variable para satisfacer las necesidades de cada operación; los operadores podrán elegir las armas, los sensores y la capacidad de combustible en función de la misión.
Una autonomía escalable que incluirá varios modos de operación diferentes, incluida la opción de operar la aeronave con un piloto humano o de forma remota.
En cuanto a los dos motores Rolls Royce, el Tempest aporta las siguientes cuatro características:
Un sistema de propulsión más eficiente que está diseñado para ofrecer una mayor autonomía y resistencia a través de una relación empuje-peso mejorada y más alta, lo que significa que el Tempest será capaz de producir más potencia que su peso, haciéndolo así más ágil.
Una propulsión mejorada diseñada para adaptarse aerodinámicamente a la aeronave y optimizar el rendimiento general del avión de combate, incluida la autonomía operativa y la capacidad de carga útil.
Más energía eléctrica que el ordenador principal del avión distribuirá de forma inteligente por toda la aeronave para alimentar los múltiples sistemas y sensores de alta tecnología.
Y, por último, las capacidades de gestión térmica permitirán al Tempest refrigerar eficazmente el sistema aéreo y minimizar así la firma térmica del avión.
Algunas características adicionales con las que contará el Tempest son una cabina virtual sin un solo dial o pantalla, sistemas de comunicaciones reconfigurables, háptica, que proporciona al piloto la sensación de tacto en entornos de realidad activa y realidad virtual, y efectos integrados que permitirán al Tempest enfrentarse a objetivos con opciones no cinéticas, como interferencias de guerra electrónica e incluso armas de energía dirigida.
Por otra parte, las concepciones artísticas del avión de combate publicadas por el Ministerio de Defensa británico y el Team Tempest sugieren que el avión de combate de sexta generación tendrá capacidades de vectorización de empuje, muy parecidas a las del F-22 Raptor estadounidense. Estas capacidades bidimensionales de vectorización del empuje pueden permitir que un avión de combate vuele en una dirección pero utilice su tecnología de vectorización del empuje para dirigir el empuje de sus motores hacia otra parte, y así cambiar de dirección rápidamente en lo que debe ser una de las maniobras de combate aéreo más intrigantes y agradables a la vista.
Equipo Tempest
Lanzado en 2018, el Team Tempest es un grupo de diferentes empresas de defensa y aeroespaciales que trabajan juntas en la concepción y el desarrollo del avión de combate de sexta generación del Reino Unido.
Inicialmente, Team Tempest comenzó con cuatro empresas principales trabajando en el proyecto. Estos pesos pesados de la industria incluían a BAE Systems, Rolls-Royce, Leonardo U.K. y MBDA U.K. Pero en julio de 2020, a los cuatro propietarios de la plancha se les unieron otras siete empresas (GEUK, GKN, Collins Aerospace, Martin Baker, QinetiQ, Bombardier y Thales UK).
Todo el equipo Tempest trabaja ahora junto a varias universidades británicas y expertos individuales en la materia para desarrollar la tecnología y la aviónica del avión de combate Tempest.
“Sólo dos años después de la creación del Team Tempest, han conseguido una primicia mundial. No es de extrañar; cuando se atrae a lo mejor de la ingeniería y el diseño británicos, saltos tecnológicos como éste están garantizados. Por eso estoy encantado de que otras siete empresas se hayan unido a esta misión para trabajar en colaboración con el Ministerio de Defensa, bajo la bandera del Team Tempest. Aportarán la ambición, la invención y la experiencia que permitirán lograr los avances de los que dependeremos en las próximas décadas. Estos pioneros reforzarán nuestra capacidad de desarrollar una aeronave de nueva generación y nos permitirán seguir haciendo contribuciones vitales a la seguridad del Reino Unido, Europa y el mundo”, declaró el Secretario de Defensa británico, Ben Wallace.
El Ministerio de Defensa británico ha declarado que quiere tener el Tempest operativo y en número para 2035 para sustituir al envejecido Eurofighter Typhoon. Hasta ahora, el programa ha ido avanzando con paso firme. Ya en el verano de 2021, el Ministerio de Defensa británico adjudicó a Team Tempest un contrato de 250 millones de libras (aproximadamente 350 millones de dólares) para proporcionar infraestructura digital y física para el desarrollo del Tempest.
Como parte del Tempest, la Real Fuerza Aérea también está trabajando en LANCA (Lightweight Affordable Novel Combat Aircraft), un vehículo aéreo no tripulado que está diseñado para volar junto al Tempest y proporcionar apoyo y mayores capacidades.