El Ministerio de Defensa del Reino Unido lidera el programa Tempest, un proyecto de avión de combate de sexta generación, a través de BAE Systems y otros fabricantes europeos.
Desarrollo del Tempest: un salto hacia la sexta generación de cazas
La tecnología aeroespacial ha evolucionado rápidamente desde los primeros vuelos tripulados hace aproximadamente 120 años. Por ende, no es sorprendente que varias naciones ya estén avanzando en la creación de aviones de combate de sexta generación. Un ejemplo prominente es el programa Tempest del Reino Unido, también conocido como Future Combat Air System (FCAS).
Hasta la fecha, ningún país ha desplegado un caza de sexta generación. De hecho, solo tres naciones han logrado desplegar cazas de quinta generación. Estados Unidos ha sido pionero en este ámbito con el F-22 Raptor, que sigue siendo el caza de superioridad aérea más destacado a nivel global, y el F-35 Lightning II, un caza polivalente que sobresale en fusión de sensores e interconectividad de datos. China y Rusia también han desarrollado sus cazas de quinta generación, el J-20 y el Su-57, respectivamente, aunque con resultados menos satisfactorios.
Resulta notable que países sin experiencia en la fabricación de cazas de quinta generación ya estén incursionando en la tecnología de sexta generación.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido, con BAE Systems a la cabeza, está al frente del desarrollo del caza de sexta generación. El proyecto FCAS cuenta con la colaboración de destacados fabricantes europeos de armamento, entre ellos Leonardo, Rolls-Royce y MBDA UK. Se prevé que el gobierno británico invierta 2.000 millones de libras en la fase inicial del proyecto hasta el año 2025.
El Tempest: nueve años de desarrollo para la supremacía aérea
El desarrollo del Tempest comenzó hace nueve años, en 2015, cuando el Ministerio de Defensa del Reino Unido publicó su Estrategia Aérea. Los componentes clave de esta estrategia incluían la mejora continua del Eurofighter Typhoon, el estudio de programas para reemplazar los Typhoon, el establecimiento de nuevas asociaciones internacionales para satisfacer los futuros requisitos, un enfoque en la asequibilidad y la implementación de la Iniciativa Tecnológica del Futuro Sistema Aéreo de Combate.
La Estrategia Aérea describía al Tempest como “una aeronave, tripulada o no, diseñada principalmente para realizar operaciones de combate aire-aire y/o aire-tierra en entornos hostiles y disputados, mientras que también tiene la capacidad de llevar a cabo tareas de vigilancia, reconocimiento, guerra electrónica y mando y control”.
Aunque esta descripción es algo vaga, se espera que el Tempest incorpore varias tecnologías avanzadas, incluyendo inteligencia artificial de aprendizaje profundo, capacidad para operar enjambres de drones no tripulados, armas de energía dirigida, una cabina virtual integrada en el casco y armas hipersónicas.
Integración de tecnologías avanzadas en el Tempest
El Tempest también incluirá tecnologías ya presentes en plataformas de quinta generación, como supercrucero, vectorización de empuje, compartimentos de armas internos y características de sigilo. La furtividad se ha convertido en un requisito esencial para los nuevos aviones, ya que la tecnología de defensa aérea ha avanzado al punto de poder neutralizar aviones que no posean estas capacidades.
El diseño modular del Tempest permitirá actualizaciones sencillas y adaptación a diferentes misiones, garantizando su relevancia y eficacia en diversos escenarios de combate.
Una característica notable del Tempest es su capacidad proyectada para controlar enjambres de drones. Este enfoque no es único, ya que el programa estadounidense de sexta generación, NGAD, también está diseñado para coordinar drones, lo que sugiere que esta capacidad será un componente esencial de los aviones de sexta generación.
Diseño exterior del Tempest: mejoras en furtividad y eficiencia
El diseño exterior del Tempest ha sido revelado, mostrando un fuselaje con alas delta y estabilizadores verticales inclinados hacia afuera. El fuselaje tiene una sección trasera ligeramente elevada para acomodar conductos en forma de S detrás de las entradas de aire del bimotor, una característica que reducirá la sección transversal del radar (RCS) del avión. Los dos motores están situados profundamente dentro del fuselaje, lo que nuevamente contribuye a minimizar el RCS.
Este diseño avanzado no solo mejora la furtividad del Tempest, sino que también optimiza su eficiencia aerodinámica, asegurando que se mantenga a la vanguardia de la tecnología de combate aéreo. La combinación de estas innovaciones tecnológicas y de diseño subraya el compromiso del Reino Unido con el desarrollo de capacidades aéreas superiores para enfrentar los desafíos futuros.
Innovaciones en el casco del piloto del Tempest
En consonancia con las últimas tendencias en desarrollo aeroespacial, el casco del piloto del Tempest será altamente sofisticado, dotado de capacidades para monitorear el cerebro y otros datos médicos. Este casco está diseñado para registrar y analizar una base de datos biométrica y psicométrica única para cada piloto, que se enriquecerá a medida que el piloto acumule horas de vuelo.
El casco, en combinación con una inteligencia artificial avanzada, se espera que brinde asistencia crucial al piloto en diversas situaciones. Por ejemplo, en caso de que el piloto pierda la conciencia durante una maniobra de alta gravedad, la IA podrá asumir el control de los sistemas de vuelo.
Asimismo, si el piloto debe concentrarse en tareas críticas como guiar un arma tras el disparo, la IA podrá gestionar el manejo del avión, permitiendo al piloto enfocarse en la misión sin distracciones.