Un tribunal de apelaciones en los Países Bajos ha dictaminado que el gobierno debe cesar todas las exportaciones de piezas para aviones de combate F-35 a Israel dentro de un plazo de siete días, atendiendo a una petición presentada por organizaciones de derechos humanos.
El tribunal subrayó el “claro riesgo de que las piezas exportadas del F-35 se utilicen en graves violaciones del derecho internacional humanitario”.
Estas piezas del F-35, que son propiedad de Estados Unidos, se almacenan en un almacén neerlandés y se distribuyen a diversos socios, incluido Israel, bajo acuerdos de exportación existentes.
La demanda fue iniciada por un consorcio de organizaciones de derechos humanos, que argumentan que el suministro de dichas piezas a Israel contribuye a presuntas violaciones del derecho internacional debido a las acciones de Israel en su guerra contra Hamás.
El gobierno de los Países Bajos ha manifestado anteriormente dudas sobre su capacidad legal para intervenir en las entregas, ya que forman parte de una operación liderada por Estados Unidos que abastece a todos los socios del programa F-35.
Los abogados del gobierno también sostuvieron que, si los Países Bajos dejan de suministrar las piezas desde su territorio, Israel podría adquirirlas fácilmente de otra fuente.
El conflicto se intensificó después de que Israel lanzara una ofensiva en Gaza con el objetivo de desmantelar a Hamás, tras un ataque del grupo terrorista el 7 de octubre, en el que aproximadamente 3.000 militantes irrumpieron en Israel desde la Franja de Gaza por tierra, mar y aire.
Este ataque resultó en la muerte de alrededor de 1.200 personas y la captura de 253 rehenes de todas las edades, en el contexto de un amplio bombardeo de cohetes sobre ciudades israelíes.
La mayoría de las víctimas asesinadas durante la toma de comunidades fronterizas por parte de los atacantes eran civiles, incluidos niños y ancianos, muchos de los cuales fueron víctimas de brutales atrocidades.