Operadores especiales ucranianos pidieron a las empresas de defensa estadounidenses que enviaran sus equipos militares, incluidos drones, que pueden resistir ataques de guerra electromagnética rusa para que Kiev pudiera probarlos contra las fuerzas rusas.
Según se informa, los operadores especiales ucranianos lo sugirieron en una conferencia SOF en Florida. Los operadores argumentaron que el conflicto en Ucrania está en continua evolución, ya que ambas partes están ideando nuevas estrategias para deshacerse la una de la otra.
Durante la conferencia, los militares ucranianos invitaron a las empresas estadounidenses a probar sus sistemas de armamento en zonas de conflicto activo.
Un oficial militar ucraniano declaró que éste es el “momento adecuado” para identificar los puntos débiles, desarrollar soluciones y decidir cómo hacer frente a las armas rusas de guerra electrónica. El oficial afirmó que Estados Unidos se enfrentaría al mismo problema.
Junto a las peticiones de aviones de combate y ATACMS, que acaparan los titulares, las tropas ucranianas también solicitaron helicópteros de ataque y artículos más pequeños, como drones resistentes a interferencias, equipos de guerra electrónica y, más recientemente, gafas de visión nocturna, según el informe.
Los combates terrestres de alta intensidad han sido un aspecto definitorio del conflicto ucraniano. Un antiguo oficial militar del Pentágono llegó a referirse a este conflicto como “la Primera Guerra Mundial con armas del siglo XXI”, un estilo de combate que antes se consideraba anticuado en la era de los drones y la guerra electrónica.
Así pues, los operadores especiales ucranianos buscan adquirir nuevas armas de las empresas de defensa estadounidenses para contrarrestar el inventario de armas de vanguardia de Rusia.
Además, el informe señala que tienen una necesidad acuciante de opciones de comunicación por satélite más allá de los terminales Starlink de SpaceX. Starlink ofrece un servicio valioso, pero los terminales presentan varios inconvenientes tácticos.
El segundo operador ucraniano indicó que los terminales Starlink no podían utilizarse en las regiones ocupadas y que sus velocidades de conexión en las zonas de combate son irregulares.
Además, dijo que las fuerzas rusas habían estado interfiriendo enérgicamente las señales de los terminales; como resultado, las fuerzas ucranianas casi nunca los emplean en la batalla real. En definitiva, quieren equipos de comunicaciones por satélite independientes del “mercurial Musk”.
Los ucranianos piden drones resistentes a los ataques EW rusos
Otro oficial ucraniano solicitó drones que puedan resistir los ataques de la guerra electromagnética rusa, dando a entender que las fuerzas ucranianas se enfrentan con frecuencia a este problema en el campo de batalla.
El operador declaró que, aunque disponen de una gran variedad de drones, el fabricante no puede producirlos rápidamente en grandes cantidades. Además, Kiev se ha quedado constantemente rezagada debido al cambio de estrategias y al avanzado equipamiento ruso.
El EW ruso ha restringido los drones ucranianos a la banda de frecuencia L5, y a las fuerzas ucranianas les preocupa que Rusia cree pronto interferencias incluso para esto.
Además, quieren antenas direccionales que protejan a los operadores de drones de ser detectados por las fuerzas rusas. En la actualidad, Ucrania oculta a sus operadores de drones de los detectores de señales rusos mediante un pequeño dispositivo, y suelen colocar la antena a cierta distancia del operador.
“Pero no se puede ocultar completamente la emisión de la antena”, dijeron. Además, pidieron helicópteros de ataque de fabricación occidental y mejores equipos de visión nocturna para sus pilotos.
Los oficiales ucranianos hablaron de lo difícil que es para los pilotos de helicópteros evitar a los modernos jets rusos. Según ellos, los helicópteros ucranianos tenían dificultades para esquivar los misiles disparados desde aviones rusos.
El operador declaró que la cuestión es que “ellos [los pilotos rusos] pueden vernos desde 450 kilómetros”. Los rusos “nos dejan acercarnos y empiezan a disparar desde una distancia de 300 kilómetros. Desde los 300 kilómetros hasta que alcanzan nuestros helicópteros, pasan aproximadamente entre 40 y 45 segundos”.
Afirmaron haber desarrollado estrategias defensivas, incluyendo patrones de vuelo irregulares. Sin embargo, mejores helicópteros, como el Black Hawk y el Apache, harían posible ese tipo de maniobrabilidad.
Los operadores afirmaron que los fabricantes de armas estadounidenses tienen la oportunidad de mejorar sus productos en Ucrania contra un enemigo real y de vanguardia. “Este es el momento adecuado para probar todo el equipamiento en Ucrania porque estará a prueba de combate”, dijo uno de ellos.
Los contratistas de defensa estadounidenses se han beneficiado económicamente del conflicto en Ucrania, y hay quien piensa que ahora pretenden aprovecharse de esta situación buscando contratos a más largo plazo.
Sin embargo, muchos empresarios afirman que la preocupación por el descenso de la demanda desalienta la construcción de nuevas instalaciones y la ampliación de la capacidad.
No obstante, la mayoría de los contratistas estadounidenses han dudado en enviar personal de apoyo a Ucrania para probar sus productos.
Además, el enorme volumen de munición que se necesita para este conflicto ha puesto de manifiesto los fallos del sector de defensa estadounidense al pasar de una estrategia conservadora a una producción en tiempos de paz y escasez de piezas y mano de obra propia de la época de pandemias.