La Fuerza Aérea de Ucrania evalúa propuestas de Saab para integrar aviónica sueca en sus aviones de origen ruso/soviético, fortaleciendo capacidades aéreas.
Reunión clave entre Ucrania y Saab para modernizar flota aérea
El Ministerio de Defensa de Ucrania anunció que el viceministro para el desarrollo de la aviación, Oleksandr Kozenko, se reunió el 23 de mayo de 2025 con una delegación sueca liderada por Thomas Lindén, director de Asuntos de Ucrania de Saab, para discutir la modernización de la flota de aviones de combate de origen ruso/soviético en servicio con la Fuerza Aérea Ucraniana. La reunión, celebrada en medio de la guerra que supera los tres años, destacó la importancia de integrar aviónica avanzada, como radares y sistemas de guerra electrónica de fabricación sueca, para mejorar la efectividad de aeronaves como los MiG-29, Su-24, Su-25 y Su-27. Kozenko expresó que esta cooperación será “mutuamente beneficiosa”, ya que Ucrania fortalecerá sus capacidades aéreas mientras Suecia obtendrá experiencia operativa en combate real.
La discusión también abordó la posibilidad de transferir plataformas aéreas avanzadas de Saab, como el caza JAS 39 Gripen, y la reciente entrega de dos aviones Saab 340 AEW&C (ASC 890) con radar Erieye, que ya operan en Ucrania para vigilancia aérea y detección de amenazas a 450 kilómetros. Estos sistemas representan un avance significativo en la modernización de la Fuerza Aérea Ucraniana, que busca alinear sus capacidades con estándares de la OTAN mientras enfrenta desafíos logísticos para mantener sus aviones de diseño soviético.
La Fuerza Aérea Ucraniana ha adaptado sus cazas soviéticos para emplear armamento occidental, como las bombas guiadas AASM HAMMER francesas y las GBU-39 estadounidenses en los Su-27, así como misiles de crucero SCALP EG/Storm Shadow lanzados desde los Su-24 Fencer. Estas modificaciones reflejan la necesidad de mantener operativas las plataformas heredadas del Pacto de Varsovia, cuya sostenibilidad se complica por la escasez de repuestos. Países como Polonia, que aún opera MiG-29, enfrentan restricciones para ceder componentes debido a sus propios planes de transición hacia el F-35.
En el caso de los Su-27, la situación es más crítica, ya que ningún aliado de la coalición de apoyo a Ucrania operó este caza durante la Guerra Fría, lo que limita las transferencias de inventarios o repuestos. La propuesta de Saab incluye la integración de sistemas avanzados, como radares AESA y suites de autoprotección, que podrían extender la vida útil de estas aeronaves y mejorar su interoperabilidad con sistemas de la OTAN, como el Link-16, aunque no se confirmó si este enlace de datos formará parte de las mejoras.
Claves de la modernización aérea de Ucrania con Saab
- Aviónica sueca: Integración de radares AESA, sistemas de guerra electrónica y suites de autoprotección en cazas soviéticos.
- Plataformas objetivo: MiG-29, Su-24, Su-25 y Su-27, adaptados para armamento occidental como AASM HAMMER y Storm Shadow.
- Saab 340 AEW&C: Dos unidades entregadas, con radar Erieye para vigilancia aérea a 450 km de alcance.
- Cooperación futura: Posible transferencia de cazas Gripen y establecimiento de instalaciones de producción en Ucrania.
- Desafíos logísticos: Escasez de repuestos para aviones soviéticos, especialmente Su-27, complica el mantenimiento.
Avances en la transición hacia estándares occidentales
Ucrania ha iniciado una transición hacia aeronaves occidentales, con la llegada de cazas F-16 desde Dinamarca, Países Bajos y Noruega, y la próxima transferencia de Mirage 2000-5 desde Francia. Estos aviones, equipados con sistemas de comunicación modernos como el Link-16, representan un paso hacia la interoperabilidad con la OTAN. Sin embargo, la modernización de los aviones soviéticos sigue siendo prioritaria para mantener la capacidad operativa en el corto plazo, dado que los F-16 y Mirage no reemplazarán de inmediato a toda la flota heredada.
La experiencia de Saab con el Gripen, un caza diseñado para operar con una amplia gama de armamento europeo y estadounidense, posiciona a la empresa como un socio clave. Los sistemas propuestos, como radares avanzados y contramedidas electrónicas, podrían permitir a los MiG-29 y Su-27 enfrentar amenazas modernas, como drones y misiles de crucero rusos, con mayor eficacia. Además, Saab explora establecer instalaciones de producción en Ucrania para colaborar en tecnologías como drones y sensores, fortaleciendo la industria de defensa local.
La reunión entre Kozenko y Lindén también resaltó la cooperación estratégica entre Ucrania y Suecia. Kozenko agradeció el apoyo sueco, destacando su contribución a la “independencia, soberanía e integridad territorial” de Ucrania. Este respaldo incluye no solo transferencias de equipos, sino también entrenamiento para pilotos y técnicos ucranianos, alineado con los esfuerzos de países como Países Bajos para modernizar las fuerzas armadas ucranianas según estándares de la OTAN.
La modernización propuesta por Saab enfrenta desafíos técnicos y logísticos, como la compatibilidad de sistemas suecos con plataformas soviéticas y los costos asociados. Sin embargo, la experiencia operativa de Ucrania en combate ofrece a Saab una oportunidad única para probar y refinar sus tecnologías en condiciones reales, lo que podría beneficiar futuros desarrollos de la empresa.
Contexto estratégico de la cooperación aérea
La colaboración con Saab se enmarca en un esfuerzo más amplio de Ucrania para fortalecer su Fuerza Aérea frente a la ofensiva rusa, que ha intensificado sus ataques aéreos y terrestres. En abril de 2025, el comandante ucraniano Oleksandr Syrskyi reportó un aumento significativo en las agresiones rusas en el noreste del país, lo que subraya la urgencia de mejorar las capacidades aéreas.
La entrega de los Saab 340 AEW&C ya ha marcado un hito, permitiendo a Ucrania detectar amenazas a mayor distancia y coordinar respuestas más efectivas contra misiles y drones rusos. Sin embargo, la integración de datos de estas plataformas con los cazas soviéticos sigue siendo un desafío, ya que los MiG-29 y Su-27 carecen de enlaces de datos modernos como el Link-16, a diferencia de los F-16 o el Saab 340.
La propuesta de Saab no solo busca modernizar aeronaves, sino también posicionar a Suecia como un aliado clave en la defensa de Ucrania. La transferencia de cazas Gripen, aunque aún en evaluación, podría complementar la flota ucraniana en el futuro, especialmente si se resuelven los desafíos logísticos y financieros. Mientras tanto, la modernización de los aviones soviéticos ofrece una solución inmediata para mantener la superioridad aérea en un conflicto prolongado.
La Fuerza Aérea Ucraniana, con el apoyo de aliados como Suecia, continúa adaptándose a las demandas del combate moderno, combinando plataformas heredadas con tecnologías avanzadas. La colaboración con Saab refleja un enfoque pragmático para maximizar los recursos disponibles mientras se avanza hacia una fuerza aérea alineada con estándares occidentales.