Vietnam ha marcado un hito al convertirse en el primer país en poner en operación el L-39NG, el más reciente avión de entrenamiento desarrollado por el fabricante checo Aero Vodochody. Este avance subraya el compromiso del país con la modernización de sus capacidades de entrenamiento y operación militar.
Tras la realización de las pruebas de aceptación en sitio (SAT) en una base aérea de Vietnam, los seis aviones L-39NG recibieron luz verde para entrar en servicio, lo que representa un significativo progreso en las capacidades de la aviación militar vietnamita.
La entrega de estas aeronaves concluye un exhaustivo proceso que incluyó el ensamblaje en sitio, verificación funcional y vuelos de prueba. Esta fase final de SAT asegura que cada avión esté completamente preparado para su despliegue operativo.
Victor Sotona, CEO de Aero Vodochody, expresó: “Estoy sumamente satisfecho de que el ensamblaje final y el vuelo de los seis L-39NG hayan ido bien, y nuestro avión ahora puede servir plenamente como plataforma de entrenamiento para pilotos de combate, así como plataforma táctica para cumplir una amplia gama de misiones para la Fuerza Aérea de Vietnam”.
Además de las pruebas de aceptación, esta entrega forma parte de un esfuerzo más amplio por parte de Vietnam para modernizar sus fuerzas armadas y mejorar el entrenamiento de sus futuros pilotos de combate.
La creciente escalada de disputas territoriales y la expansión militar de China han impulsado a Vietnam a intensificar sus esfuerzos de modernización militar. Esto ha llevado a un aumento en su presupuesto de defensa, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 5,6%, proyectándose que alcanzará los 10.200 millones de dólares para 2029.
El L-39NG destaca por su compatibilidad con sistemas de aviónica tanto occidentales como orientales, lo que lo convierte en una herramienta crucial para el entrenamiento de pilotos que operarán aviones como el F-16 y el F-35.
El contrato para el L-39NG, adjudicado en 2021, refuerza la intención del gobierno vietnamita de mejorar sus capacidades de defensa aérea mediante la incorporación de tecnología avanzada. Este avión combina aviónica moderna y preparación para el combate, lo que lo convierte en un activo valioso no solo para el entrenamiento, sino también para misiones ligeras de combate y reconocimiento.
En la fabricación del L-39NG participan aproximadamente 400 empresas, de las cuales el 65% tienen su base en la República Checa. Además, Aero Vodochody ha asegurado un contrato para suministrar cuatro aviones de entrenamiento avanzados L-39NG a la Fuerza Aérea Checa, con la opción de adquirir cuatro más. Estos nuevos aviones reemplazarán a los antiguos L-39C Albatros.