El Bell X-1 es un avión de investigación supersónico impulsado por un motor cohete, desarrollado por Bell Aircraft en colaboración con el National Advisory Committee for Aeronautics (NACA) y las US Army Air Forces (USAAF). Con una longitud de 9,42 m y una envergadura de 8,53 m, este avión monoplaza realizó su primer vuelo en enero de 1946.
Bell X-1: Primer avión en superar la velocidad del sonido
Destacado por el National Air and Space Museum, un Bell X-1, apodado Glamorous Glennis, se convirtió en el primer avión pilotado en superar la velocidad del sonido en vuelo nivelado. El piloto de pruebas Chuck Yeager estableció este récord en octubre de 1947. En 1948, el Bell X-1 alcanzó una velocidad de casi 1,000 mph (1,600 km/h). La variante, Bell X-1A, con mayor capacidad de combustible, superó los 1,600 mph (2,600 km/h).
El Bell X-1 fue el primero de una serie de aviones experimentales estadounidenses que marcarían hitos significativos en la aviación. Su diseño y tecnología proporcionaron datos valiosos que influyeron en el desarrollo de futuros aviones y programas aeroespaciales.
North American X-15: Líder en vuelos hipersónicos
El North American X-15 fue un avión hipersónico propulsado por cohetes desarrollado por North American Aviation en los años 1950. Con una longitud de 14,99 m y una envergadura de 6,81 m, el X-15 realizó su primer vuelo en junio de 1959, siendo introducido por la USAF ese mismo año.
En la década de 1960, el X-15 estableció múltiples récords, incluyendo cruzar el borde del espacio exterior y regresar. En 1967, el X-15 alcanzó una velocidad máxima de 4,520 mph (7,274 km/h) con el piloto William Knight volando a Mach 6.7 a una altitud de 102,100 ft (31,120 m).
Los datos obtenidos a altitudes muy altas fueron utilizados en el diseño de futuros aviones y naves espaciales. El récord de velocidad del X-15 permanece imbatido, y su récord de altitud no fue superado hasta 2004, dependiendo de la definición utilizada.
NASA X-43: Avión hipersónico no tripulado
El NASA X-43 es un avión hipersónico no tripulado diseñado para probar el programa de vuelo de prueba Hyper-X de la NASA. Durante sus vuelos de prueba, el X-43 estableció varios récords de alta velocidad, alcanzando aproximadamente Mach 9.6, convirtiéndose en el avión a reacción más rápido.
De los tres ejemplares de la serie X-43A construidos, el primero fue destruido debido a un mal funcionamiento en 2001. Los dos restantes fueron modificados ligeramente y volaron con éxito en 2004, estableciendo récords mundiales. Después de las pruebas hipersónicas, el avión se estrellaba intencionalmente en el océano.
El plan para construir más X-43 fue cancelado y reemplazado por el X-51, un programa gestionado por la USAF. La NASA continúa utilizando una variedad de aviones exmilitares, a menudo extensamente modificados, para misiones científicas.
McDonnell Douglas X-36: Prototipo de avión furtivo sin cola
El McDonnell Douglas X-36 es un prototipo de avión a reacción de diseño furtivo sin cola, desarrollado para investigar la agilidad de combate. Con una longitud de 5,55 m y una envergadura de 3,18 m, este avión subescala realizó su primer vuelo en mayo de 1997.
Diseñado para minimizar el peso estructural y la resistencia, el X-36 ofrecía una mayor maniobrabilidad y supervivencia, idealmente conceptualizado para aviones de combate. Durante sus 31 vuelos de prueba, el X-36 superó significativamente los objetivos del proyecto, demostrando su idoneidad como un caza del futuro.
A pesar de su éxito, no hubo un desarrollo adicional en el programa X-36. Sin embargo, los datos y la experiencia obtenida contribuyeron al avance de la tecnología de aviones furtivos y maniobrables.
Grumman X-29: Avión experimental de alas en flecha hacia adelante
El Grumman X-29 fue un avión experimental con alas en flecha hacia adelante y superficies de control canard, desarrollado por Grumman en los años 1980. Con una longitud de 16,44 m y una envergadura de 8,293 m, este avión monoplaza fue utilizado por la USAF y la NASA.
El diseño de tres superficies del X-29 incluía alas en flecha hacia adelante, controles canard y una superficie de control de estaca trasera. Equipado con controles fly-by-wire computarizados, las alas en flecha hacia adelante generaban un giro divergente aeroelástico, incrementando la elevación y el riesgo de fallo estructural.
El uso de materiales compuestos aseguraba la flexibilidad e integridad estructural del avión. Los dos X-29 construidos fueron probados entre 1984 y 1991, proporcionando datos cruciales para el diseño de futuras aeronaves.