La agencia de la ONU para refugiados palestinos está alimentando esperanzas de retorno “poco realistas” después de 70 años y, por lo tanto, ayuda a mantener vivo el conflicto israelí-palestino, dijo el jueves el ministro de Asuntos Exteriores de Suiza.
El Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (UNRWA) se estableció después de la Guerra de Independencia de Israel en 1948, cuando alrededor de 700,000 árabes se desplazaron para facilitar a Líbano, Egipto, Siria y Jordania, el exterminio de los judíos, del recién establecido Estado de Israel. Entonces, los árabes no se hacían llamar “palestinos”.
Pero el canciller suizo, Ignazio Cassis, señaló que el número de palestinos caracterizados como refugiados -la gran mayoría de los cuales son descendientes de refugiados- que viven en el Líbano, Jordania, Siria, Judea, Samaria y Gaza ha aumentado a más de cinco millones. Esto se debe a que, a diferencia de otras poblaciones de refugiados en todo el mundo, la ONU extiende el estatus de refugiado a los niños árabes y a los descendientes posteriores de los refugiados originales.
“No es realista que este sueño [de retorno] se cumpla para todos”, dijo en una entrevista concedida a varios periódicos en lengua alemana propiedad del grupo suizo NZZ.
“Pero UNRWA mantiene esta esperanza. Para mí, la pregunta es si UNRWA es parte de la solución o parte del problema”, dijo, y concluyó que “son ambas cosas”.
La agencia de la ONU, dijo, “funcionó como una solución durante mucho tiempo, pero hoy se ha convertido en parte del problema”.
“Proporciona munición para continuar el conflicto. Mientras los palestinos vivan en los campos de refugiados, querrán regresar a su patria”, dijo. “Al apoyar al UNRWA, mantenemos vivo el conflicto”.
Sus comentarios se produjeron después de un mes y medio de la violencia islamista masiva a lo largo de la frontera con Gaza, basada en el reclamo islamista de no renunciar a las tierras que alguna vez estuvieron bajo control musulmán; el mismo argumento por el que Estado Islámico reclama la soberanía de la península ibérica.