Según un nuevo informe de la NGO Monitor, se han destinado millones de dólares de financiación internacional para la respuesta de emergencia al coronavirus de los palestinos, coordinada por la Organización Mundial de la Salud y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de las Naciones Unidas (ONU), a organizaciones con vínculos con el terrorismo.
La institución de investigación centrada en la financiación de las organizaciones no gubernamentales descubrió que varios de los grupos financiados por la OCAH y la OMS están vinculados al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), que está reconocido como organización terrorista en Israel, la Unión Europea, los Estados Unidos y Canadá, y cuyos funcionarios fueron detenidos y acusados a finales del año pasado por el asesinato de la israelí Rina Schnerb, de 17 años de edad.
Entre las NGO asociadas a la OCAH que tienen vínculos con el FPLP se encuentran los Comités de Trabajo en el Sector de la Salud (HWC), la Unión de Comités de Trabajo en el Sector de la Salud (UHWC), la Unión de Comités de Trabajo Agrícola (UAWC), la Unión de Comités de Mujeres Palestinas (UPWC) y el Centro Palestino de Derechos Humanos (PCHR).
El Director Financiero y Administrativo de HWC, Waleed Hanatsheh, financió el FPLP que asesinó a Schnerb, y actualmente está siendo juzgado por el asesinato, al igual que Samer Arbid, director financiero de UAWC. UHWC fue identificada por USAID como “la organización de salud del FPLP”.
En el informe de NGO Monitor también se señaló que la OCAH declaró que los fondos de ayuda estaban destinados “a atender las necesidades de salud pública y las consecuencias humanitarias inmediatas de la pandemia en Judea y Samaria, incluidas el este de Jerusalén y la Franja de Gaza”, pero muchas de las actividades financiadas no parecían ser vitales ni salvar vidas.
Por el contrario, los proyectos de defensa antiisraelíes habían pasado a denominarse COVID-19 sin que se hicieran contribuciones significativas a la asistencia humanitaria.
Por ejemplo, la respuesta de la OCAH al coronavirus incluye una “Declaración conjunta sobre las obligaciones de Israel respecto de Judea y Samaria y Gaza ante la pandemia de coronavirus” de 18 organizaciones no gubernamentales, en la que se pide a Israel que levante el bloqueo de Gaza para permitir la entrada de suministros médicos. La OCAH señala en el mismo informe de situación en el que figura esta declaración que Israel sí permite la entrada de suministros médicos en Gaza.
Otro ejemplo es la organización no gubernamental israelí Hamoked, que recibe financiación para una “carta urgente en la que se exige la apertura del cruce de jeque Sa’ed”, “dos cartas sobre las consecuencias urgentes del cierre del cruce de Al-Jib” y otras acciones similares. Estas cartas del abogado de HaMoked a los funcionarios israelíes forman parte de las tareas habituales de la organización. Varias otras organizaciones recibieron financiación para preparar las cartas y los comunicados de prensa respectivos.
Una de esas cartas fue enviada por la Asociación de Derechos Civiles de Israel al l[ider le partido Azul y Blanco, Benny Ganz y su partido, “exigiéndoles que cumplan su promesa de proteger las instituciones democráticas y el estado de derecho”, lo que parece tener poco que ver con la pandemia de COVID-19 en Judea y Samaria y Gaza y más con la política interna israelí.
Entre los países que contribuyeron al plan de contingencia de COVID-19 se encontraban, además de las organizaciones internacionales, Canadá, la UE, Francia, Alemania, Irlanda, Kuwait, Noruega, Suecia, España y el Reino Unido.
El presidente de NGO Monitor, Prof. Gerald Steinberg, dijo: “Nuestro informe proporciona una instantánea de cómo es realmente la ayuda humanitaria en situaciones de crisis, y la deficiencia que la acompaña. Parece que los factores clave para la OCHA son los objetivos de conseguir fondos para los aliados de las ONG y ‘acolchar las estadísticas’, no proporcionar ayuda humanitaria crítica”.