El Congreso Judío Mundial (WJC, por sus siglas en inglés) presentó una petición con más de 22,00 firmas para que la ONU condenara los delitos ambientales de Hamás en el sur de Israel.
El Director Ejecutivo de WJC, Robert Singer, presentó una petición al Director Ejecutivo Adjunto del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Jamal Ahmed, para condenar a Hamás por lanzar cometas y globos incendiarios que matan a cientos de animales y destruyen tierras de cultivo y bosques.
En la petición, Singer afirmó que «Hamás está cometiendo constantemente delitos contra el medio ambiente«. Añadió que «el efecto combinado de estas acciones abominables en los últimos cinco meses ha matado a miles de animales, ha destruido más de 33,000 hectáreas de tierras de cultivo y bosques, y ha liberado sustancias tóxicas en el frágil ecosistema».
«La fauna local ha sido asesinada u obligada a huir de sus hábitats, los bosques y las tierras de cultivo han sido destruidas y el sustento de miles de agricultores que han dedicado su vida a convertir lo que solía ser un desierto en un oasis ha sido destruido», agregó.
El bosque Be’eri, ubicado en la comarca del Besor, en la frontera de Gaza, ha sido blanco de globos incendiarios de Gaza. El bosque, una reserva natural, es el hogar de una vegetación diversa nativa de Israel y una rica vida silvestre. El bosque también es conocido por el «Festival del Sur Escarlata», cuando en los meses de febrero y marzo la reserva está cubierta por una alfombra roja de las flores de viento, anemone coronaria, uno de los símbolos del desierto floreciente de Negev en Israel y uno de Los mayores atractivos para el turismo de la zona.
Mientras elogia al PNUMA por sus destacadas actividades de protección ambiental, Singer pidió a Ahmed y su organización que se unan al Congreso Judío Mundial y otros signatarios para condenar la guerra ambiental de Hamás.
«Desde su inicio en 1972, el PNUMA ha hecho un gran trabajo en la protección de los ecosistemas alrededor del mundo de la destrucción natural e intencional, y agradecemos al Sr. Ahmed y su organización mucho por prestar tanta atención al medio ambiente», dijo Singer. «Esperamos que el PNUMA se una a nosotros para condenar esta guerra ambiental y tome todas las medidas necesarias para garantizar que estas actividades ilegales se detengan de inmediato. Como dijo el Sr. Ahmed, ‘los animales no tienen pasaporte’. Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para proteger el medio ambiente de los ataques terroristas«.
Singer destacó que el derecho internacional humanitario, protegido por resoluciones de la ONU, prohibía explícitamente la destrucción del medio ambiente natural en un conflicto de guerra. Sin embargo, la comunidad internacional permanece en silencio mientras Hamás se involucra en una guerra ambiental que pone en peligro a civiles y a la vida silvestre, y destruye la belleza natural y los recursos de la región sur de Israel.
«Está claro para todos que Hamás causó daños ambientales de forma deliberada, lo que constituye un crimen contra el medio ambiente«.