El asesor de seguridad nacional del presidente estadounidense Donald Trump, John Bolton, dijo el jueves que Estados Unidos cortará los fondos para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y para la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, en el último golpe de la administración contra las Naciones Unidas.
“Vamos cortar los fondos para el Consejo de Derechos Humanos”, dijo Bolton en una entrevista con The Associated Press, al tiempo que advirtió que otras agencias de la ONU también podrían recibir recortes en los fondos de Estados Unidos.
La administración de Trump se retiró del organismo de 47 miembros en junio, acusándolo de parcialidad anti-Israel y de permitir que los países con bajos niveles de derechos humanos estén entre sus miembros.
La medida anunciada por Bolton significaría que el Consejo de Derechos Humanos perderá a uno de sus principales donantes.
Bolton, un crítico frecuente de las Naciones Unidas, se desempeñó como embajador de los Estados Unidos ante la ONU bajo la administración de George W. Bush.
Bolton rechazó los reclamos de algunos funcionarios de la ONU que insisten en que el consejo obtiene su financiación a través del presupuesto regular de la ONU, lo que significa que sus gastos operativos no pueden ser específicamente dirigidos.
Estados Unidos paga aproximadamente el 22 por ciento del presupuesto de la ONU, su mayor donante individual, como parte de lo que se conoce como una “evaluación” basada en el peso económico y otros factores.
“Calcularemos el 22 por ciento del Consejo de Derechos Humanos y el presupuesto del Alto Comisionado, y nuestras remesas a la ONU para este año presupuestario serán menos del 22 por ciento de esos costos, y diremos específicamente que eso es lo que estamos haciendo”, dijo Bolton. “Esperamos ocurra un impacto en el Consejo de Derechos Humanos”.
En junio, Estados Unidos anunció su decisión de abandonar el consejo, condenando la “hipocresía” de sus miembros y su “parcialidad implacable” contra Israel.
El organismo con sede en Ginebra fue establecido en 2006 para promover y proteger los derechos humanos en todo el mundo, pero sus pronunciamientos e informes a menudo han enfurecido a los Estados Unidos, en particular, el enfoque implacable del consejo sobre “las políticas israelíes hacia los palestinos”.
Israel es el único país que tiene un tema de agenda específico en las reuniones del consejo, uno defendido en particular por el bloque de países árabes.
Israel, que no es miembro del consejo, acogió con satisfacción la decisión de los Estados Unidos en ese momento, y el primer ministro Benjamin Netanyahu calificó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU como una “organización parcial, hostil y anti-Israel”.
“En lugar de ocuparse de los regímenes que sistemáticamente violan los derechos humanos, el CDH se concentra obsesivamente en Israel, la única democracia genuina en el Medio Oriente”, dijo Netanyahu.
La salida de los EE. UU. fue la primera vez en la historia del consejo que un estado miembro renunció voluntariamente, mientras que Libia fue expulsado hace siete años.