EE. UU. ha retenido 300,000 dólares de financiamiento destinados a la UNRWA, en respuesta a acusaciones de que miembros de la agencia estuvieron involucrados en un ataque terrorista de Hamás. Matt Miller, portavoz del Departamento de Estado, anunció esta decisión tras la suspensión de fondos a la agencia de la ONU para refugiados palestinos.
Antes del fin del año fiscal en septiembre, EE. UU. planeaba donar una cantidad significativamente mayor. Entre el 1 de octubre y la reciente suspensión, se habían transferido unos 121 millones de dólares a la UNRWA. EE. UU. es el mayor donante de la agencia, aportando anualmente entre 300 y 400 millones de dólares.
La decisión sobre el próximo pago, previsto para el verano, dependerá de la aprobación del Congreso. Miller indicó que la determinación sobre los fondos congelados y futuras financiaciones se basará en los resultados de la investigación de la ONU.
La UNRWA ya despidió a ocho empleados y suspendió a dos más, dada la gravedad de las acusaciones. El viernes, EE. UU. suspendió la financiación a 12 empleados de la agencia. Según informes del Wall Street Journal, la inteligencia israelí asocia a 1.200 empleados de la UNRWA con Hamás.
A pesar de las acusaciones, Miller resaltó el continuo apoyo de EE. UU. a la labor humanitaria esencial de la UNRWA en Gaza, destacando su rol insustituible en la provisión de alimentos, agua y medicinas. Instó a la ONU a realizar una investigación exhaustiva y rápida para evitar futuras conductas indebidas y asegurar la continuidad del trabajo humanitario en Gaza.