Israel condenó la invasión rusa de Ucrania en la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero su máximo enviado, Gilad Erdan, no subió al estrado para transmitir el mensaje.
“Lo hemos condenado y pedimos a Rusia que atienda los llamamientos de la comunidad internacional para que detenga el ataque y respete la integridad territorial y la soberanía de Ucrania”, dijo la embajadora adjunta Noa Furman.
Furman fue una de los 78 oradores que tomaron la palabra hasta el martes por la tarde, durante una sesión especial de emergencia en Nueva York convocada en el marco de un mecanismo denominado “Unidos por la paz”, que permite al organismo eludir al Consejo de Seguridad de la ONU.
Furman habló de las sólidas relaciones de su país tanto con Moscú como con Ucrania y dijo que estaba dispuesto a utilizarlas para ayudar a mediar en un alto el fuego.
“Dados nuestros profundos lazos con ambas partes, estamos dispuestos a contribuir al esfuerzo diplomático si así se nos solicita y lo hemos intentado en las últimas semanas”.
“Israel expresa su preocupación por la seguridad del pueblo de Ucrania, incluidos los numerosos ciudadanos israelíes que viven allí y las importantes comunidades judías de las zonas afectadas”.
“Estamos gravemente preocupados por la creciente crisis humanitaria. En este sentido, Israel está proporcionando un centenar de toneladas de ayuda humanitaria al pueblo de Ucrania, incluyendo suministros médicos, sistemas de purificación de agua, kits de suministro de agua de emergencia y ropa de invierno”, dijo.
Furman dijo que era importante “resolver la crisis por medios pacíficos de acuerdo con la Carta de la ONU”.
Israel ha trazado un camino cuidadosamente coreografiado a la hora de condenar a Rusia, con el ministro de Asuntos Exteriores Yair Lapid condenando la invasión, mientras que el primer ministro Naftali Bennett ha hablado de su apoyo a Ucrania.
Israel no se unió a las decenas de países firmantes de la resolución del CSNU respaldada por Estados Unidos que condenaba a Rusia. El enviado ruso bloqueó la aprobación del texto haciendo valer el poder de veto de su país, lo que llevó a EE.UU. a trasladar el asunto a la AGNU, que se espera que vote una resolución una vez que unos 115 oradores hayan subido al estrado.
Una fuente diplomática en Jerusalén dijo que Erdan no pronunció el discurso por temor a que no se ciñera al mensaje del gobierno.
El lunes, al comienzo de la reunión de la AGNU, Erdan se acercó a su homólogo ucraniano y ambos se abrazaron cariñosamente.
El embajador no había consultado a nadie en Jerusalén antes de hacerlo y de distribuir un vídeo de ello a la prensa.