El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia declaró que el país báltico ha cambiado su política hacia Israel y ya no votará a favor de las resoluciones de la ONU que condenan las acciones israelíes en Judea y Samaria y la Franja de Gaza.
En su lugar, el país europeo pretende alinear su posición de voto en la ONU en este tipo de asuntos, a partir de ahora, con Washington, su aliado más cercano en política de seguridad y socio clave de Jerusalén.
Según un informe publicado el lunes por la emisora pública estonia ERR, el ministro de Asuntos Exteriores, Urmas Reinsalu, dijo que Estonia -miembro de la Unión Europea y de la OTAN– votó recientemente junto con Estados Unidos en contra de la condena de Israel en la ONU.
Esta postura quedó patente la semana pasada, cuando Estonia fue uno de los 17 países que votaron en contra de una resolución que pedía a la Corte Internacional de Justicia que se pronunciara “urgentemente” sobre el conflicto palestino-israelí y la “anexión” israelí.
Anteriormente, Estonia solía votar a favor de las resoluciones que condenaban a Israel en la ONU junto con varios otros países.
Reinsalu dijo que la política exterior de su país ha cambiado en este asunto.
“Estonia es miembro de la UE, y si la UE tiene una posición política común que incluya también algunas resoluciones de la ONU… entonces, naturalmente, actuaremos de acuerdo con una posición de la UE acordada conjuntamente”, dijo.
Sin embargo, en caso de que los 27 países de la UE tengan diferencias de opinión, Reinsalu dijo que Estonia, por regla general, alineará su posición de voto con la de Washington.
Reinsalu, que reasumió el cargo de jefe de la diplomacia estonia en julio, no explicó los motivos que han llevado a la nación báltica a realizar este cambio de política.
Estonia, una nación de 1,3 millones de habitantes, tenía un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU en 2020-2021.
Entre los países que votaron a favor de la resolución de la semana pasada se encontraba Ucrania, lo que provocó un reproche de Israel. Un alto asesor del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, declaró posteriormente que era “un grave error” que Kiev respaldara la medida.
Ucrania ha solicitado en repetidas ocasiones ayuda militar y equipamiento a Israel para luchar contra el asalto ruso al país desde finales de febrero. Aunque proporciona ayuda humanitaria a Ucrania, Israel ha mantenido una estricta política de no proporcionar ayuda militar, incluidos los sistemas que podrían ayudarle a interceptar los ataques de misiles y drones rusos.
El razonamiento detrás de la decisión parece ser la necesidad estratégica de Israel de mantener la libertad de operaciones en Siria, como parte de sus esfuerzos para evitar el atrincheramiento iraní en sus puertas. Para ello, Israel coopera con el ejército ruso, que controla en gran medida el espacio aéreo de Siria. Los funcionarios israelíes también han expresado su temor a que la tecnología militar avanzada caiga en manos del enemigo y han citado las limitaciones de producción y suministro.