En su declaración, el asesor jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Tal Becker arremete contra Sudáfrica, por lo que fueron sus “curadas” y “distorsionadas” acusaciones de genocidio contra Israel en la CIJ.
También condena la afirmación de Sudáfrica de que Israel no tiene derecho a la autodefensa contra Hamás.
“Si la pretensión del demandante es que se debe negar a Israel la capacidad de defender a sus ciudadanos, el absurdo resultado es que, bajo la apariencia de alegaciones de genocidio, este tribunal está intentando impedir que Israel defienda a sus civiles contra una organización que persigue una agenda genocida contra ellos”, afirma Becker.
También señala la práctica de Hamás de incrustar sus instalaciones militares y combatientes en medio de la infraestructura civil y de robar suministros humanitarios como la verdadera fuente de muerte y sufrimiento de los civiles en Gaza.
“Hamás ha incrustado sistemática e ilegalmente su infraestructura militar en… escuelas, mezquitas, hospitales y otros lugares sensibles. Se trata de un método de guerra planificado de antemano y aborrecible”.
Israel lucha “frente a la inhumanidad de Hamás”, afirma Becker.
“El componente clave del genocidio, la intención de destruir total o parcialmente a un pueblo, falta por completo”, continúa Becker.
“Lo que Israel busca no es destruir a un pueblo, sino proteger a un pueblo, su pueblo, y hacerlo de acuerdo con la ley, aunque se enfrente a un enemigo desalmado, decidido a utilizar ese hecho en su contra”.