El embajador israelí ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, exigió el martes que la ONU tome medidas contra Hezbolá por los puestos que ha erigido recientemente a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano bajo la apariencia de una organización medioambiental.
El grupo terrorista chiíta respaldado por Irán ha instalado 18 puestos de observación a lo largo de la frontera norte de Israel, que son atendidos las 24 horas del día por agentes de Hezbolá. Cada puesto consta de una torre de observación y estructuras residenciales adyacentes y se encuentra a unos 5-250 metros de la frontera.
La bandera de una organización civil libanesa, “Verdes sin Fronteras”, ondea sobre los puestos, pero aunque esto es un medio para supuestamente vincular la medida con el grupo ecologista libanés, las FDI la expusieron como una organización ficticia fundada por Hezbolá ya en 2018.
En una carta al Consejo de Seguridad de la ONU y al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, Erdan advirtió que “la nueva realidad en la frontera entre Israel y el Líbano apunta a una clara escalada que podría encender toda la región” y argumentó que el verdadero objetivo del puesto es la recopilación de información.
“Bajo la apariencia de la llamada organización medioambiental ‘Verde sin Fronteras’, Hezbolá está ampliando sus huellas de terror a diario, a escasos metros de la frontera norte de Israel y dentro de la zona de operaciones de la FPNUL”.
“El uso de esta organización como fachada para las actividades malignas de Hezbolá ha sido reconocido por la ONU y descrito en varios informes periódicos del secretario general. Como se ha señalado en varios informes de la ONU y se ha indicado en las resoluciones pertinentes de la ONU, esta táctica perversa de las organizaciones terroristas que se esconden detrás de organizaciones sin ánimo de lucro y ONG es un fenómeno creciente que no sólo emplea Hezbolá, sino también muchos otros grupos terroristas en todo el mundo”, escribió Erdan.
“Estos son puestos militares a todos los efectos, establecidos y mantenidos por terroristas de Hezbolá, y no por inocentes ecologistas libaneses. Esto forma parte del panorama más amplio de la creciente presencia de Hezbolá en el sur de Líbano y es un ejemplo más de su continua actividad hostil en la zona”.
“Israel sigue insistiendo en que la responsabilidad de la expansión de Hezbolá recae directamente sobre los hombros de las autoridades libanesas, y espera que el gobierno libanés tome medidas inmediatas para frenar los avances y la acumulación militar de Hezbolá”, continúa la carta.
“Israel valora su sólida y positiva relación de trabajo con la FPNUL. A Israel le interesa tener una fuerza de mantenimiento de la paz plenamente funcional y capaz que contribuya a prevenir las actividades terroristas a lo largo de nuestra frontera norte. Sin embargo, la realidad actual no permite a la FPNUL llevar a cabo sus tareas principales de acuerdo con su mandato. Si el Consejo de Seguridad -y la ONU en su conjunto- pretende evitar la escalada del conflicto, deben adoptarse medidas concretas para garantizar que Hezbolá deje de actuar con impunidad.
Además, estos “contenedores de transporte” deben ser retirados. El Estado de Israel exige que la ONU y sus organismos pertinentes actúen ahora para facilitar el desmantelamiento de todos los puestos de avanzada de Hezbolá en el sur del Líbano, y especialmente de las infraestructuras militares recientemente erigidas a lo largo de la Línea Azul”, subrayó el enviado.