El Estado de Israel ha informado a las Naciones Unidas de que no extenderá el visado de Lynn Hastings, la coordinadora humanitaria para Judea, Samaria y la Franja de Gaza, según ha comunicado un portavoz de la ONU. Esta decisión se produce después de que altos funcionarios israelíes cuestionaran la imparcialidad de la diplomática.
En diciembre de 2020, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, designó a Hastings, de origen canadiense, como enviada especial adjunta para el proceso de paz en Oriente Medio y coordinadora residente para Judea, Samaria y la Franja de Gaza.
Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres, comunicó a la prensa que las autoridades israelíes no renovarían el visado de Hastings más allá de su fecha de vencimiento, que se espera para finales de este mes. Dujarric evitó especificar si Hastings, cuya base se encuentra en el este de Jerusalén, será reemplazada o si continuará su labor desde otro lugar.
Dujarric subrayó que Guterres mantiene su “plena confianza” en Hastings, a pesar de los numerosos ataques públicos dirigidos a ella en Twitter, que fueron calificados por el portavoz como “totalmente inaceptables”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí criticó a Hastings a finales de octubre, argumentando que, de acuerdo con la ética de la ONU, se espera que sea imparcial y objetiva, pero que no cumple con ninguno de estos criterios.
El Ministerio también afirmó que la “retórica peligrosa” de Hastings pone en riesgo tanto a civiles israelíes como a palestinos, citando que la diplomática tardó en condenar el ataque terrorista del 7 de octubre por parte de Hamás.
Desde el inicio de la guerra, otros representantes de la ONU han sido objeto de críticas por parte de funcionarios israelíes. Gilad Erdan, embajador de Israel ante la ONU, ha solicitado varias veces la renuncia de Guterres. A finales de octubre, anunció que Israel cesaría la concesión de visados a los enviados de la ONU y acusó a otros funcionarios de la organización de “difundir mentiras” sobre la situación.