El director del organismo de vigilancia nuclear de la ONU, Rafael Grossi, ha expresado su intención de reunirse en noviembre con el nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, para discutir la mejora de la cooperación entre Irán y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Las relaciones entre Irán y el OIEA se han visto afectadas por problemas persistentes, incluyendo la exclusión de expertos en enriquecimiento de uranio de las inspecciones y la falta de explicaciones de Teherán sobre rastros de uranio encontrados en sitios no declarados.
Grossi declaró durante una reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA, compuesta por 35 países, que Pezeshkian había aceptado reunirse con él en un “momento apropiado”. El funcionario agregó: “Animo a Irán a facilitar esa reunión en un futuro cercano para que podamos establecer un diálogo constructivo que conduzca rápidamente a resultados reales”.
Con las negociaciones nucleares prácticamente paralizadas debido a las elecciones presidenciales en Irán y Estados Unidos, Grossi espera alcanzar avances pronto. Afirmó que le gustaría reunirse con Pezeshkian antes de las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre.
Las resoluciones del OIEA que instan a Irán a cooperar en la investigación sobre los rastros de uranio y a revertir la prohibición de inspectores han tenido pocos resultados. Los informes trimestrales del OIEA del 29 de agosto no indicaron ningún progreso significativo. Irán, por su parte, respondió a la última resolución de junio aumentando su capacidad de enriquecimiento al instalar más centrifugadoras en las plantas de Natanz y Fordow.
Grossi señaló que, aunque hay actividad, no parece haber una prisa por aumentar significativamente la producción de uranio enriquecido.