El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, se convirtió en el primer afectado por sanciones económicas y de viaje decretadas por Donald Trump. Estas medidas buscan frenar investigaciones sobre ciudadanos estadounidenses o aliados de EE. UU., según informaron a Reuters dos fuentes con conocimiento del caso.
El nombre de Khan fue incluido en un anexo confidencial de una orden ejecutiva firmada por Trump un día antes, según un funcionario de la CPI y otra fuente informada por el gobierno estadounidense. Ambos pidieron anonimato por tratarse de un asunto reservado.
Las sanciones implican el congelamiento de activos en EE. UU. y la prohibición de entrada tanto para los sancionados como para sus familias.
Trump ordenó al secretario del Tesoro, Scott Bessent, elaborar un informe en colaboración con el secretario de Estado, Marco Rubio, en un plazo de 60 días, donde se detallará a las personas sujetas a estas sanciones.
Pese a estas restricciones, un acuerdo entre la ONU y EE. UU. permitiría a Khan viajar a Nueva York para presentar informes al Consejo de Seguridad sobre casos remitidos a la CPI, como las situaciones en Libia y Darfur, Sudán. El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, subrayó que cualquier limitación debe respetar el acuerdo de la Sede de la ONU.
Khan estuvo en Nueva York la semana pasada informando sobre Sudán. Haq destacó la importancia del derecho penal internacional para combatir la impunidad, afirmando que la CPI debe trabajar con independencia total.
La sanción coincide con la visita del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a Washington. Netanyahu y un exministro de Defensa israelí están buscados por la CPI en relación con la guerra en Gaza.