El coronel Richard Kemp, ex comandante de las fuerzas británicas en Afganistán, expresó su desacuerdo con la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant. En una entrevista con Israel National News, Kemp comparó esta acción con emitir una orden contra Winston Churchill en 1944, sugiriendo que las acusaciones de la CPI son apoyadas por “nazis modernos” como Irán y Hamás.
Según Kemp, el impacto en la guerra de Israel contra Hamás y Hezbolá será mínimo. Señaló que la CPI está atacando a una democracia que se ha defendido de la violencia yihadista en múltiples frentes.
“Israel no inició esta guerra, lo hicieron Hamás, Hezbolá e Irán. Israel no tuvo otra opción que defender a sus ciudadanos”, indicó. Sin embargo, advirtió que estas acusaciones infundadas podrían incitar violencia contra las comunidades judías y partidarios de Israel en todo el mundo.
Kemp también criticó la actuación de la CPI, alegando que la corte no tiene jurisdicción legal sobre Israel, ya que el país no es signatario del Estatuto de Roma y la Autoridad Palestina no tiene autoridad para delegar esta jurisdicción. Según el coronel, la CPI está violando el principio de complementariedad, que establece que la corte solo puede intervenir cuando un país no tiene un sistema legal capaz de procesar crímenes. En cuanto a las acusaciones de crímenes de guerra, Kemp afirmó que no hay pruebas suficientes para sustentar las órdenes de arresto. Además, cuestionó por qué la CPI no actúa contra los verdaderos criminales de guerra, como Hamás, que ha lanzado ataques ilegales contra Israel.
Kemp también criticó la respuesta internacional, señalando que países como Reino Unido, Francia y Canadá han expresado su disposición a arrestar a Netanyahu, lo cual calificó de vergonzoso. En cuanto a Estados Unidos, aunque condenó las acciones de la CPI, Kemp señaló que la administración Biden debería haber presionado más para evitar que se emitieran las órdenes de arresto. Finalmente, sugirió que la CPI debería ser eliminada debido a su parcialidad política y reemplazada por tribunales ad hoc para juzgar a los verdaderos criminales de guerra.