El principal diplomático de la Unión Europea afirma que recortar los fondos a la UNRWA pondría en peligro cientos de miles de vidas, a pesar de las acusaciones de que parte del personal de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos estuvo implicado en los atentados del 7 de octubre de Hamás contra Israel.
Una serie de países, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña e Italia, han suspendido la financiación a la agencia de ayuda, que ha abierto una investigación sobre varios de sus miles de empleados y ha cortado los lazos con esas personas.
La UNRWA dijo el jueves que todas sus operaciones en Oriente Medio, no solo en Gaza, probablemente se verán obligadas a cerrar a finales de febrero, si su financiación sigue suspendida.
“La desfinanciación de la UNRWA sería desproporcionada y peligrosa”, escribe en un blog el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell.
“Las acusaciones contra el personal de la UNRWA son graves y ningún responsable debe quedar impune. La UNRWA reaccionó inmediatamente y los contratos de los miembros del personal acusados fueron rescindidos. Está en marcha una investigación de la Oficina de Servicios de Supervisión Interna de la ONU”. Borrell escribe.
“Aunque las emociones que provocan la suspensión de la financiación son comprensibles, la responsabilidad política tiene que mirar más allá de las emociones y considerar las consecuencias de tal medida”.